El miedo no pudo burlar el ojo de la trampa
una mariposa ciega cayó a la nada
los cerrojos ardían como una rosa de fuego en el desierto
Era el país de las maravillas
con las campanas doblando el bronce de los días
Entonces ella la palabra
la descarada
la que camina a cuatro patas por el guadal
y sin pudor amanece dormida en los burdeles
la inequívoca de los ojos vendados
desplegó sus alas ante mí
y dijo calladita jamás
-VIII-
El mantel de hilo
tenía bordadas flores azules
palabras
agitado por sus manos
descendía estremeciendo el aire
las flores por momento
parecían quebrarse
quedar desordenadas
los brazos de mi madre repetían el movimiento
mis ojos la seguían
el mantel los brazos
los brazos el mantel
las palabras
no sé
qué vientos precipitaron
el derrumbe de la nada sobre esa mesa.
Talos ha regresado y algo del mundo
parece
que se hubiera ordenado.
Sin embargo sé
que el águila afila sus garras
y medio oriente suelta un sudor
que se huele a guerra en todas partes
que una nueva mujer
cae atrapada a la red
que de su amor quedará apenas dibujado un recuerdo
de infancia
que un país empieza a temer por su destino de selva
mientras la arena del desierto va cegando sus ojos.
Talos
vos regresando
me acercás a puro ladrido
torpemente a la vida.
Ernestina "Tina" Elorriaga
(Darregueira, Bs. As., Argentina, 1954)
Reside en Córdoba
POETA/EDUCADORA SOCIAL
para leer más en: FESTIVAL DE POESÍA DE MEDELLÍN
1 comentario:
Extraordinarios!
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