Fotografía de Rebecca Miller |
NUBES DE ARROZ
padre trajo nubes de arroz
que quedaron de la noche
padre me hizo tragar el almuerzo
al son de la música para bailarinas
padre, no intentes que coma
verás caer mis libros,
me verás esconder historias,
revolear juguetes, clasificar espadas
padre trajo restos de mí
en una caja
son dibujos de encierro
con colores brillantes
papi, papi
no viste los osos del ártico
no viste mis redes desplegarse
yo, que abrazo a mis hermanos,
los medico y los protejo
como un padre fuerte
pienso en lo que me quitaste,
en lo que nunca me diste
Fotografía de Rebecca Miller |
EL OSO
cuando te visitaba
dormía en el cuarto de servicio
con un osito,
el único juguete
que por la pena que me daba
le puse tu nombre, Daniel
Daniel duele, padre, está vivo en mí
Daniel es dulce
pero adentro es carnívoro
duele como el viento en las pestañas
duele papá Daniel
el espejo tuyo en mí
la obra hecha de sal
duele papá pero no sangro
dejo el fondo mío
en el aljibe
me espanto ante tu rostro viejo
tus ojos de telarañas, papá
duele aquello que se tiende
sin tacto sobre mí
papá he dicho
no vuelvas a mirarme
recito hasta sentir tu muerte;
cada palabra te deshace
de mí finalmente
padre de viento
podrás esperar lívido
este poema
marcaré
tu ataúd
con tiza
bordaré tu ropa
con poemas te haré
palabras en la boca
entraré
despacio, papá
para no molestarte
Fotografía de Theresa Martinat, 1998 |
MI MADRE EN LA COCINA
mi madre teje una fe
cada día en la cocina
hurgando en los libros
la respuesta
de lo que deja de ser
sus arrugas son preciosas
pero ella las tapa;
yo siento que son destellos
de los años demorados
en cuidarme
las horas dedicadas
a darme de mamar
a enseñarme a decir
espero a mi madre que teje una fe
una pava silba permanente
el día se hace noche
y ella sigue entre los libros
abstraída como las lunas inmóviles
de su camisón
luego de medianoche
sigue sin comer
hace un esfuerzo por hervir zapallitos
mientras imagina
un piloto que la cubra
de todo lo que se viene
puedo tenderle una mano
explicarle que todo está bien,
que año tras año
me fue dejando
un sótano de estrellas
Serafina Steer, fotografiada de Rebecca Miller |
EL CAMISÓN DE LILAS
en el espejo
veo los senos caídos de mi abuela
levanta los brazos
para dejar caer en su cuerpo
un camisón color pastel
de lejos parece sumergirse
en un campo de lilas
cuando ya está vestida
me acerco
y ella me abraza
aprieta su figura arrugada
y fuerte
contra la mía
me dice
me vas a tener siempre, siempre
traga saliva
y sé que se aguanta el llanto
luego me habla
de sus hermosos camisones
me muestra el placard
que desborda de ropa
me vas a tener
me imagino ya grande
jugando con mis hijos
y ella saludando
toda lila
detrás de la ventana
Fotografía de Theresa Martinat |
EL REZO
en el fondo de tu sangre
hay una herida
que debés curar
el sol te dejará ciega
quedarán tus labios
como la corteza
tomarás un atajo
encontrarás tu sombra
serás piedra
serás pantera
serás extraña para otros
pero tendrás tu minuto de amor
Luciana Jazmín Coronado
(Buenos Aires, Argentina, 1991)
I PREMIO HISPANOAMERICANO DE POESÍA DE SAN SALVADOR
de Catacumbas, Valparaíso Ediciones, 2016
2 comentarios:
Impresionante esta poeta! Me ha encantado! qué delicadeza,qué sensibilidad!
Gracias Emma!
lunaroja, todo el libro está unido por las historias familiares (mamá-papá-abuela-hermano) apunta directo al corazón
Un abrazo
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