Fotografía de Annelie Vandendael |
Es absolutamente necesario suicidarse cada cierto tiempo.
Huir de uno mismo,
perderse,
levitar,
ayunar,
sentir el cuerpo vacío, agotado, dolorido.
Mudar la piel,
beber,
vomitar,
tocar fondo, follar con desesperación y luego no recordar nada.
Estar ausente de todo.
Para después, aferrarse de nuevo a la vida. Reencontrarse.
Vestir colores pastel, andar a paso ligero y sonreír a los vecinos
cuando te saludan en la escalera.
-¿Qué tal estás, preciosa?
-Jodidamente bien, gracias
de Sangre en las rodillas, poemario autoeditado, 2012
(extraído de su blog: ANA ELENA PENA)
Fotografía de Daniel Arnold |
LLÁMAME
Si te deja de querer tu madre,
si se te marchitan las plantas,
si te rompen el corazón
por enésima vez,
o si se te encoge al lavarlo tu jersey favorito,
(ll)ámame.
Si comes mal y apenas duermes,
si la resaca es tu más fiel compañera,
si tropiezas con los muebles
y los vecinos ya no te saludan,
(ll)ámame
Si cancelan tu serie preferida,
si pierdes las llaves de casa,
si se te muere el gato
o te quedas sin leche en la nevera,
(ll)ámame.
Si te se te calienta la cerveza
o te pica un bicho,
si de rato en rato me piensas,
o si por alguna extraña razón
se te cruzan los cables...
Tranquilo, mantén la calma.
Y (ll)ámame.
si se te marchitan las plantas,
si te rompen el corazón
por enésima vez,
o si se te encoge al lavarlo tu jersey favorito,
(ll)ámame.
Si comes mal y apenas duermes,
si la resaca es tu más fiel compañera,
si tropiezas con los muebles
y los vecinos ya no te saludan,
(ll)ámame
Si cancelan tu serie preferida,
si pierdes las llaves de casa,
si se te muere el gato
o te quedas sin leche en la nevera,
(ll)ámame.
Si te se te calienta la cerveza
o te pica un bicho,
si de rato en rato me piensas,
o si por alguna extraña razón
se te cruzan los cables...
Tranquilo, mantén la calma.
Y (ll)ámame.
de Antídotos contra la belleza, autoedición, 2013
Fotografía de Steven Meisel |
Al final uno siempre cae en la trampa de la falsa desnudez. Enredándonos en besos de broma, polvos de baratija y bufonadas de amor, creemos que lo auténtico todavía está por llegar y miramos al infinito como buscando una epifanía que nunca llega porque nada de lo que encontramos nos conforma. Y porque erramos, ciegos, deseando lo ajeno, lo nuevo y lo sorprendente. Y una vez que lo atrapamos y aprehendemos, deja de tener misterio y de provocarnos curiosidad.
Tratamos a las personas como a libros viejos que una vez leídos pierden su valor, sin detenernos a subrayar citas y redescubrir valiosos pensamientos degustando cada frase.
Qué gran error.
Menospreciamos el valor de la auténtica intimidad en aras de un gran DESEO que se nos escapa de las manos constantemente, que nunca llega. Vivimos deprisa, andamos deprisa, inmersos en el trance urbano. Compramos compulsivamente, tecleamos compulsivamente, fumamos compulsivamente, bebemos compulsivamente, comemos compulsivamente y follamos compulsivamente.
Deseamos compulsivamente... y nos desnudamos con premura, atravesando la mirada del amante y pensando que, más allá de la ventana, puede estar esperando algo verdaderamente increíble, excitante, y no este simulacro de amor que no conduce a nada.
Es una pena, no saber saborearnos, serenamente, el uno al otro.
de Antídotos contra la belleza, autoedición, 2013
Ana Elena Pena
(Calasparra, Murcia, España, 1976)
6 comentarios:
Muy belos los tres poemas. Un beso.
Es bellos.
Excelente trabajo, gran despliegue
de inteligencia poética ( esto me lo acabo de inventar )
enhorabuena a las dos
besos duplicados
Muy clarito todo, pero que fuerza para decirlo.
Maravilla de descubrimiento !
Tremendos y hermosos poemas escritos por vos, mujer !!!
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