25 de julio de 2015

Ingeborg Bachmann, Cae, corazón (+1)


Ilustración de Enkel Dika
CAE, CORAZÓN

Cae del árbol del tiempo, corazón,

caed, hojas, de las ramas heladas
que el verano una vez abrazó,
¡caed como las lágrimas del ojo dilatado!

Aún vuela el rizo al viento
en la frente bronceada
del dios de la tierra día tras día,
bajo la camisa el puño
aprieta ya la herida abierta.

Y por ello sé duro si las nubes inclinan
su delicada espalda otra vez a tu paso,
no lo aprecies en nada
si acaso los panales del Himeto
una vez más se llenan para ti.

Pues de poco le sirve al labrador un tallo en la aridez,
poco un verano de nuestra gran raza.

¿Y qué testimonia ya tu corazón?
Entre ayer y mañana oscila,
extraño y silencioso,
y lo que late es ya
su caída del tiempo.

Traducción de José Luis Gómez Toré

FALL AB, HERZ

Fall ab, Herz vom Baum der Zeit,
fallt, ihr Blätter, aus den erkalteten Ästen,
die einst die Sonne umarmt',
fallt, wie Tränen fallen aus dem geweiteten Aug!

Fliegt noch die Locke taglang im Wind
um des Landgotts gebräunte Stirn,
unter dem Hemd preßt die Faust
schon die klaffende Wunde.

Drum sei hart, wenn der zarte Rücken der Wolken
sich dir einmal noch beugt,
nimm es für nichts, wenn der Hymettos die Waben
noch einmal dir füllt.

Denn wenig gilt dem Landmann ein Halm in der Dürre,
wenig ein Sommer vor unserem großen Geschlecht.

Und was bezeugt schon dein Herz?
Zwischen gestern und morgen schwingt es,
lautlos und fremd,
und was es schlägt,
ist schon sein Fall aus der Zeit.


B O N U S   T R A C K 

Ilustración de Enkel Dika

EL TIEMPO POSTERGADO

Vienen días más duros. 
El tiempo postergado hasta nuevo aviso 
asoma por el horizonte. 
Pronto tendrás que atarte los zapatos 
y correr los perros de vuelta a las granjas marismeñas. 
Pues las vísceras de los peces 
se han enfriado al viento. 
Arde pobre la luz de los altramuces. 
Tu mirada rastrea la niebla: 
el tiempo postergado hasta nuevo aviso 
asoma por el horizonte.
Allí se te hunde la amada en la arena, 
sube por su cabello ondeante, 
le quita la palabra, 
le ordena callarse, 
le parece mortal 
y dispuesta a la despedida 
tras cada abrazo.
No mires hacia atrás. 
Átate los zapatos. 
Corre los perros de vuelta. 
Tira los peces al mar. 
¡Apaga los altramuces!
Vienen días más duros.

de El tiempo postergado, Madrid, Cátedra, 1991
Traducción de Mónica Poole



Ingeborg Bachmann 
(Klagenfurt, Austria, 1926- Roma, Italia, 1973)
de Die gestundete Zeit, Gedichte
Frankfurt am Main: Frankfurter Verlagsanstalt, 1953
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1 comentario:

vera eikon dijo...

Lo sabía..Cuando el corazón cae lo hace con el peso de un fruto, pero antes que la caída oirás el chasquido de la rama....Hermoso y subyugante. Abrazo Miriam!

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