31 de agosto de 2014

Maybell Lebrón, 2 poemas 2 (+1)


Fotografía de Richard Avedon


SIN JAMÁS HABERNOS VISTO

Sin jamás habernos visto
nos reconocimos;
y nuestras huellas fueron parejas,
y nuestras sangres forjaron hijos,
lloramos juntos nuestras tristezas,
juntos supimos de soles limpios,
y hoy,
sentados frente a frente,
nos miramos,
sin saber qué decirnos.

(de Puente a la luz,  1994)

SENZA AVERCI MAI VISTO

Senza averci mai visto
ci riconoscemmo
le nostre impronte furono una coppia
le nostre vene forgiarono figli
piangemmo insieme le nostre tristezze
e oggi
seduti uno di fronte all’altro
ci guardiamo
senza sapere che dirci.


s/d del autor de la fotografía



VERGÜENZA

Redonda, la luna juega
sobre colinas que se derrumban.
Desde el trémulo vacío,
las estrellas lagrimean su distancia.
Miedosa,
la negritud invadida de luciérnagas
tirita,
acuchillada de luz.
A mi lado,
oigo pasos diminutos en el césped.
Sobre el áspero silencio,
hay preguntas desprendidas desde dentro,
compañía de mi noche solitaria.
Cuánta nieve despiadada,
cuánto fuego y ceniza,
cuánta gente llamándose enemiga.
Hoy duele la guerra
-duelen los niños-
y me avergüenzo
de ser feliz contigo.

(de Puente a la luz,  1994)







Te llamarás silencio en adelante,
y el sitio que ocupabas en el aire
se llamará melancolía.

Eduardo Carranza


Te oigo hablar.
Tu voz era brisa y borrasca;
amor y pasión descontrolada,
fulgor de un más allá cierto
clavado en las entrañas.

Fue tuyo mi cuerpo palpitante. De un soberbio fuego
sin memoria despertamos con el cansancio poderoso
del amor compartido. Nos contábamos cosas,
palabras, susurros de enamorados, maravillosos,
anodinos. En el largo ambular de la existencia
cadenas sin cerrojos unieron nuestras vidas de luces y
tinieblas. Sobrevivimos.

Tu ausencia borró estrellas.
Un intangible roce besa mis cabellos. La memoria de
tu voz salpica el tiempo baldío con mágico acento.
Te siento a mi lado, las manos buscan en la sombra
tu perfil fugitivo y aún sin ver tu rostro comparto la
euforia de este nuevo encuentro.


(de Poemas, Arandurã Editorial, 2014)




Maybell Lebrón (Córdoba, Argentina, 1923) 
Reside en Paraguay desde 1930
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1 comentario:

Mirella S. dijo...

Qué hermosa manera de decir verdades.
Un abrazo.

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