Fotografía de Lauren Treece |
LAS MUERTAS
Tú
Tú me vas
Tú me vas a venir a decir
Tú me vas a venir a decir a mí
Que estoy prestada
Que no puedo parir
Ni por la boca
Ni por el vientre
Que no puedo hacerme la renuncia
A mi debilidad
Que no puedo asomarme a esa casa
Morbosa
Donde la muerte hizo de su cuerpo
Un hijo de ninguna vida
Donde justo en el centro de la herida
infecta
Me esta creciendo una plaga que no se
parece a ninguna de las mil
Y esa ruina
Me esta llenando una palabra entera por
dentro
y al mismo tiempo me esta perforando
Justo ahí
Donde nada de mí se parece a nada de ti ni
de nadie
Tú acaso
Alguna vez
como nula vez
me vas a venir a decir
Que tengo la voz hecha un hilo
apenas un silbido de páramo desierto
apenas un cuchillo y una tocadura
accidental
y que si no fuera por esta sordina de voz
que me queda
No podría reconocérseme el silencio
nefasto que aguardo
Porque estoy prestada
Porque no sé decirme dejar de expeler así
Porque no sé darme de comer cuando
hace frío
Porque no sé abrigarme cuando nadie me
conoce
Porque no sé mentirme cuando los hechos
están abiertos ante mi
Porque no sé colmarme si apenas me
soporto
tampoco sé sostenerme si malamente me
paro en amargo
Porque no sé cantarme la duda tal como
viene
Porque no sé conducirme sin estos gestos
pesados de la mente
Porque no conozco la adaptación sino a un
margen
Porque no puedo soslayarme ante mis
huidas
Porque no puedo ocultar la marca que
castiga a mi cuerpo
y sin embargo me ato el paso
y sin embargo me cuezo la demora sin
irme
Porque no convengo decir atenerme
deberme obedecerme
En alguna parte del resto del miedo
Ese cadáver y ese mundo
mal se leen
Porque no doy altura ni asco suficiente
Para dejar de expelerme así
Para dejar de manifestar esta arcaica sola
manera
Para dejar de estar siempre
en la parálisis
en la fractura
en el hueso desfasado
en el frío tarde y atiborrado de surcos
Y me doblo
Tan tensa como me soy me doblo
y sé guardarme
Aunque a veces me sobrevenga el riesgo
de partirme
me doblo y me incomodo y pareciera que
fuese a quedarme así en el desajuste
y sigo ensayando hasta hincharme y
endurecerme
y quizá mutilarme sin verme
mientras tú
Tú vas
Tú me vas
Tú me fuiste a decir
Tú me quisiste
decir
que No
que esta parte mía
como ajena me es
no saca no corta no duele no aguanta
cuando se la golpea
Tú me hiciste decir
que yo lo quise
que sin mí no habría catástrofe
y yo, Catástrofe
y el crimen
y mi ancho paladar abierto
y mis costillas duras
y mi aliento suicida
y mi parte mas abierta
se borrarán de una memoria debilitada
cuando amanezca
Tú me hiciste repetir
que no
Que sin mí ni mi suceso
No habría cárcel de carne
No habría ventanas selladas ni puertas
descerrajadas
Que sin este porte ni este género
No habría las ganas
De más
Es por esto que ahora vienes
Te allegas sosteniéndome en las muñecas
Y así
Toda cosida como estoy
No te hablo
No sé hablar cuando tengo la lengua rota
Y nadie se acerca para abrirme
Para que salga esa espera
Esa tortura
Esa palabra que me creció hinchada
Y que dice No
Que se dice No
Que se sabe No
Que se inventa No
He de aprender a darme
A mentirme
A abrigarme
A decirme
A cantarme
A conducirme
A definirme
Esos son verbos que nunca olvidamos
Es sólo que la historia nos hizo suponerlo
Es solo que no estaba contemplado
demorarse
Ni que el día de hoy nos dieran en llamar
Las Muertas
(texto escrito para ChilePoesía 2008, martes 25 de noviembre,
Día internacional de la No violencia contra la Mujer,
lectura en la Plaza de La Constitución, Santiago)
Florencia Smiths
(San Antonio, Chile, 1976)
en la plaquette De la extrema irregularidad,
Editorial Economías de Guerra, San Antonio, 2009
sus blogs: EL MARGEN DEL CUERPO
y MADAME LAMORT
4 comentarios:
gracias! es un poema increible!!
...y diferente (según lo que acostumbro a leer). Saludos
Oh, muchas gracias por publicarlo, un honor. Saludos desde Chile. Florencia.
de lo que admirarse//poema este!
he de volver a él.
saludos
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