Fotografía de Parker Fitzgerald |
METAMORFOSIS
Formas que se alejan del tiempo.
Que hasta acabarse quedan.
Como desearía
una metamorfosis en objeto.
Ser una forma
con volumen no más
y sin cerebro.
Cuando el dolor se colma
termina el movimiento.
Parte de mueble antiguo,
brazo quieto.
Y las piernas envidian
las patas de la mesa
que no buscan caminos,
que simplemente van envejeciendo
junto al suelo.
Objetos arrinconados y sin uso
que acaso raras veces se recuerdan.
Que ni siquiera merecen el esfuerzo
de tirarlos afuera.
Así mi corazón que late todavía.
Como esa vieja lámpara de leña
la vida misma,
que pudiera dar luz
pero no hubo madera,
ni cerillas
ni la razón crucial para prenderla,
menos aún cuando hubo luz eléctrica.
Por eso del amor
no supe nada.
Ni siquiera recuerdo
si acaso estuvo aquí
en el lugar inútil
de los objetos viejos.
OTRA GUERRA
Presencio cómo se torturan.
Con rapidez y habilidad
hacen pequeñas incisiones
en cicatrices de viejas heridas.
La ironía,
el sarcasmo,
el menosprecio,
transitan por encima de la mesa,
mientras la saliva intenta
que no atragante la sopa.
Ese placer morboso
llega a manteles con cortés puntualidad,
y el que todavía duela
parece dar razón
a esta pareja de longeva historia,
que a la televisión
critica su violencia,
mientras vuelve cotidiana la guerra
de su malsano amor.
Gilma de los Ríos
(Manizales, Colombia, 1955)
de Reincidencias, Sigma Editores, Bogotá, 2001
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1 comentario:
Lugares inútiles, heridas "curadas" que se vuelven a infectar...
Un saludo.
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