CARTA DESDE UNA TIERRA VEHEMENTE ESCRITA EN 1938
Desde esta tierra extrema yo te escribo
a la sombra de un árbol que ayer aún no estaba
pues aquí crece todo de repente.
Apenas surge un plan, ya se ha cumplido.
Demasiado vehemente es nuestra tierra.
Yo no sé bien si tú
podrías adaptarte a este clima,
admito que yo misma con frecuencia lo temo.
Quema el sol como cólera encendida,
y él madura el grano, tuesta el grano
a su gusto. No puede una fiarse:
hoy representa amor, mañana odio.
A partir de una nada, de una fuente,
nace de pronto un río que veloz
inunda el campo todo entero
y de nuevo decrece en un instante.
Aquello que deseas se cumple sin demora,
pues los deseos tienen un poder evidente
-no deseo maldades, menos mal,
se metería una si no en un mar de sangre-.
Tú miras con deseo a una mujer
y así ya eres un hombre
y tu deseo engendra un hijo.
Es aquí cada cual igual que el viento,
que esparce sus semillas sin tiempo a preguntar
si han echado raíces.
Observas con cariño alguna estrella
y entonces brilla y te obedece
y lleva tu talento a su apogeo.
Te colma hasta tal punto de venturas
que te corta el aliento. ¡Vente ya!
Sé mi invitado. Aunque es difícil
adaptarse, a aquél que lo consigue
le salta el corazón y se le rompe.
(extraído de ACÁ)
BONUS TRACK
Mascha Kaléko
(Chrzanów , Austria -hoy Polonia, 1907 - Zurich, 1975)
de Das Lyrische stenogrammheft - Taquigrafía lírica- , Berlín, 1933
Traducción de Inmaculada Moreno
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Desde esta tierra extrema yo te escribo
a la sombra de un árbol que ayer aún no estaba
pues aquí crece todo de repente.
Apenas surge un plan, ya se ha cumplido.
Demasiado vehemente es nuestra tierra.
Yo no sé bien si tú
podrías adaptarte a este clima,
admito que yo misma con frecuencia lo temo.
Quema el sol como cólera encendida,
y él madura el grano, tuesta el grano
a su gusto. No puede una fiarse:
hoy representa amor, mañana odio.
A partir de una nada, de una fuente,
nace de pronto un río que veloz
inunda el campo todo entero
y de nuevo decrece en un instante.
Aquello que deseas se cumple sin demora,
pues los deseos tienen un poder evidente
-no deseo maldades, menos mal,
se metería una si no en un mar de sangre-.
Tú miras con deseo a una mujer
y así ya eres un hombre
y tu deseo engendra un hijo.
Es aquí cada cual igual que el viento,
que esparce sus semillas sin tiempo a preguntar
si han echado raíces.
Observas con cariño alguna estrella
y entonces brilla y te obedece
y lleva tu talento a su apogeo.
Te colma hasta tal punto de venturas
que te corta el aliento. ¡Vente ya!
Sé mi invitado. Aunque es difícil
adaptarse, a aquél que lo consigue
le salta el corazón y se le rompe.
(extraído de ACÁ)
BONUS TRACK
(AMPLIAR) extraída de ACÁ |
Mascha Kaléko
(Chrzanów , Austria -hoy Polonia, 1907 - Zurich, 1975)
de Das Lyrische stenogrammheft - Taquigrafía lírica- , Berlín, 1933
Traducción de Inmaculada Moreno
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5 comentarios:
a mí también se me salta el corazón con esta carta
Soberbio.
El primer poema me parece de una concreción vital tremenda... Te traslada... GENIAL.
El segundo... es pura pasión, ternura, amor...
Mil gracias por compartirlos. No conocía a esta autora, así que gracias por descubrímela.
Besos!!
¿están tan solos los que aman?" acaban en bonusTrack así y sigue rompiéndose y bombeando el corazón, más de un pliego de constantes
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