Fotografía de Maria Thulin |
no entremos otra vez en esta farsa
no hablemos más
sencillamente
no tenés al hombre que amé
en la camisa
no tenés al hombre que amé
en los pantalones
y tampoco te podés poner
en sus zapatos
recordame con el vestido lila
o con el vestido rojo
con flores amarillas
recordá cuando yo tenía sed
de las cosas hermosas
que ofrecías
de la paz
de las transformaciones
pero no pensemos en encontrar
una hendija para volver a mirarnos
nos quedamos bailando, solos,
en aquella fiesta
nos quedamos preparando las brasas
en el patio de la casita nueva
nos quedamos un treinta de diciembre
con un evatest con dos rayitas
esos éramos nosotros
ese era el hombre con espalda
de padre
y pecho de amante
y manos de sembrar
que yo quería
el que sabía cantar
el que jamás
se hubiera detenido.
(inédito)
Carina Sedevich
(Santa Fe, Argentina, 1972)
Reside en Villa María
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4 comentarios:
la mezcla entre lo que fue él y ya no es...y nuestra imagen sobre el hombre que queremos tener a nuestro lado...es muy peligrosa y da poemas tan maravillosos como este. Gracias por traerlos!
No existe ese hombre, del mismo modo en que nosotras jamás seremos esa mujer que creíamos llegar a ser a cierta edad. Y si conseguimos dejar al lado ciertas frustraciones, creo que podemos llegar a disfrutar el modo en que la vida nos sorprende. Retrata muy bien cierto sentimiento Carina. Y bueno, ella siempre me transmite energía, parece una mujer con las pilas cargadas...Beso a las dos!!
Plas plas plas...todos los aplausos, todos!!!
Hermoso poema. Hermosa ella. abrazos Miriam!
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