SOY LA MUCHACHA MALA DE LA HISTORIA
Soy
la muchacha mala de la historia
la que fornicó con tres hombres
y le sacó cuernos a su marido,
Soy la mujer
que lo engañó cotidianamente
por un miserable plato de lentejas,
la que le quitó lentamente su ropaje de bondad
hasta convertirlo en una piedra
negra y estéril,
soy la mujer que lo castró
con infinitos gestos de ternura
y gemidos falsos en la cama.
Soy
La muchacha mala de la historia.
Sono
la ragazza cattiva della storia,
quella che fornicò con tre uomini
e gli mise le corna a suo marito,
sono la donna
che lo tradì quotidianamente
per un miserabile piatto di lenticchie,
quella che lentamente gli tolse la sua veste di bontà
fino a trasformarlo in una pietra
nera e sterile
sono la donna che lo castrò
con infiniti gesti di tenerezza
e falsi gemiti nel letto.
Sono
la ragazza cattiva della storia.
Fotografía de Noah Kalina |
COMO TÚ LO ESTABLECISTE
Sola,
descubro que mi vida transcurrió perfectamente
como tú lo estableciste.
ahora
cuando la sensación de algo inacabado,
Inacabado y ajeno
invade de escrúpulo mis buenas intenciones,
sólo ahora
cuando me siento en la mitad de todos mis caminos
atada a frases hechas
a cosas que se hacen por haberlas aprendido
como se aprende una lección de historia,
puedo pensar
que de nada sirvieron los consejos
ni las interminables conversaciones con tu madre,
y esas largas horas de mi vida
perdidas
en aprendizajes extraños sobre pesas y medidas,
colores
y
sabores
y
en el vano intento de ir tras el sol
tras el vuelo de los pájaros,
de repente quiero acabar
con mi baño de todas las mañanas,
con el café pasado,
con mi agenda cuidadosamente estructurada
de citas y visitas
a las que asisto puntualmente;
pero es tarde
hace frío
y estoy sola.
Tímida y avergonzada
dejé que quitaras lentamente mis vestidos,
desnuda
sin saber qué hacer y muerta de frío
me acomodé entre tus piernas
¿es la primera vez?
preguntaste,
sólo pude llorar.
oí que me decías que todo iba a salir bien
que no me preocupara,
yo recordaba las largas discusiones de mis padres,
el desesperado llanto de mi madre
y su voz diciéndome:
“nunca confíes en los hombres”.
Comprendiste mi dolor
y con infinita ternura
cubriste mi cuerpo con tu cuerpo,
tienes que abrir las piernas, murmuraste,
y yo me sentí torpe y desolada.
Somos pocos los que vamos
buscando el silencio
entre los adoradores de tronadas.
Los que contenemos el aire que precede
a la tormenta.
Los que llovemos por dentro
y olemos siempre a aguacero por venir.
María Emilia Cornejo
(Lima, Perú, 1949-1972)
de En la mitad del camino recorrido, Poesía Reunida,
Ediciones Flora Tristán, Lima, 1989
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7 comentarios:
Hace frío después de leer algo tan tan bonito.
tomada la maldad del hambre insaciable, insatisfecho, centilando incluso el rostro inacabado cabe pensar cuando se escribe que se evapora el exterior, pero es mentira, es el hambre el principio, la instrucción. se percibe una voz honda en las palabras de maría emilia cornejo.
Me recordó la primera vez que leí la poesía de María Emilia Cornejo, cuando aún vivía en el Perú y la emoción que me causo. Gracias.
Un beso
Es culpa tuya María! porque ayer cuando publicaste los poemas de Mariela Dreyfus, me volví a empapar de las poetas peruanas y llegué hasta María Emilia. Sorprendidísima por su escasa edad y el tiempo en el que escribió así. Gratamente sorprendida. Un beso!
...corre un escalofrío Juan...abrazo
El segundo es desolador, pero bello, aunque parezca un oxímoron.
Beso grande
Toda mala en el argumento necesita por antítesis una buena, pero una buena estúpida y simple, un villano, un heroe y un perverso........y aquí entro yo, saludos.
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