25 de noviembre de 2012

Liliana Ancalao, El frío las mujeres y el frío (+1)


Fotografía de Egor Shapovalov

EL FRÍO LAS MUJERES Y EL FRÍO

Yo al frío lo aprendí de niña en guardapolvo
estaba oscuro
el rambler clasic de mi viejo no arrancaba
Había que irse caminando hasta la escuela
cruzábamos el tiempo 
los colmillos atravesándonos
la poca carne
yo era unas rodillas que dolían
decíamos que frío
para mirar el vapor de las palabras
y estar acompañados

las mamás
todas
han pasado frío
mi mamá fue una niña que en cushamen
andaba en alpargatas por la nieve
campeando chivas
yo nací con la memoria de sus pies entumecidos
y un mal concepto de las chivas
esas tontas que se van y se pierden
y encima hay que salir a buscarlas
a la nada.

mi mamá nos abrigaba 
ella es como un adentro
hay que abrigar a los hijos
el pecho
la espalda
los pies y las orejas
dicen así
y les crecen las ramas y las hojas
y defienden a los chicos del invierno
y a veces sale el sol y ellas tapando
porque los brazos se les van en vicio
y hay que sacarles
despacio 
con palabras
esos gajos

pero el frío no siempre
lo sé porque esa noche en aldea epulef
dormíamos apenas
alrededor de nuestro corazón al descampado.
eufemia descansaba el purrun del camaruco
y la noche confundió su pelo corto con el pasto

era la madrugada y eufemia despertó
con la helada en el pelo
y el frío esa vez tenía boca
y se reía con nosotras
se esta poniendo viejo el frío nos decía

las mujeres aprendemos 
tarde
que hay un tiempo en la vida
en que hasta sin intención
vamos dejando una huella de incendio
por el barrio
ni sé porque la perdemos
y esa tarde yo precisaba
medias de lana cruda para cruzar las calles

en las ciudades el frío
nos raspa las escamas
punza en la nuca
se vuelve más prolijo
en eso andaba y a la noche
había un hombre en mi cama
o era un niño o un muchacho
yo no quería respirar muy fuerte

tiene las manos abrigadas este hombre
entonces por qué me fui
para ver si salía a buscarme o me dejaba
a que los esqueletos de pájaros 
se incrusten en mi cara

como el eco del silencio
seré si no me encuentra

por hacerme la linda

encima me da abismo
este frío
sangre azul.

(de Mujeres a la intemperie, Co-edición de Suri Porfiado 
y Colectivo Bajo los Huesos, Puerto Madryn, 2009)


B O N U S  T R A C K

Thy Light, Wanderer of Solitude 

PREGUNTA

habrá que resignarse a ser pregunta
arremangarse los pies
seguir andando
con un golpe de sismo por la espalda
sin cimientos
ni contemplaciones

habrá que acostumbrarse sin respuesta
morir en una historia y otra historia
salir de madre pateando las preguntas
por los caños de la piel
hasta los huesos

y andar
humano no más
apuntalando luchas
controlando el pulso de la tierra
mirarse escombro en el mapa de los sueños

(de Tejido con lana cruda, Comodoro Rivadavia: Ediciones de Autor, 2001)





Liliana Ancalao 
(Diadema Argentina, Chubut, Argentina, 1961)
una interesante NOTA
para leer MÁS  y MÁS
ENTREVISTA


5 comentarios:

Angi La Fiera dijo...

Qué grande el frío. Y las palabras, cómo lo encienden. Gracias, me he emcionado.

EG dijo...

Gracias Angie, a vos.
un abrazo

Mariela Laudecina dijo...

Me gustó mucho el poema del frio. abrazo.

EG dijo...

Imagino que sí Mariela, sobre todo de usted, que viene del sur ;)

besos

Rossana Hasson Arellano dijo...

El frío, siempre es peor adentro, por eso hay que mantener vivo el fuego de la propia vida.

Saludos

Buena entrada.


Rossana

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