30 de julio de 2012

Eva Vaz, Borrasca

Fotografía de Eliot Lee Hazel


BORRASCA

Me pregunto a menudo cuál es tu gesto.
He visto muchas fotos,
eres guapa pero tus fotografías
dicen más del hombre que te las hizo
que de ti.

Ese hombre te adoraba.
Ese hombre te abandonó.
Ese hombre es mi marido.

Y cuando te veo en el papel,
el corazón me late en la garganta
y aúlla mi animal sin pelo ni historia
porque en ellas veo a mi marido; no aparece
pero su amor es el protagonista de ellas.
Él te amaba.
La foto me quema las manos.
Ardo.

No sabes que nos parecemos demasiado
y odiarte a ti sería odiarme a mí misma.

Te odio.

Si no fueras la mujer
del hombre que te abandonó,
seríamos dos amigas íntimas.
Tendríamos el fuego para todos los cigarros,
la frase justa,
la sonrisa constante, como una ofrenda.

Si no fueras la mujer
del hombre que te abandonó,
convocaríamos en torno a la cocina
a todos los amigos que perdiste.
Prepararíamos cena para todos
y llenaríamos sus copas de vino.
Nos sentaríamos juntas en la mesa,
cómplices,
como predicados sin verbo.

Si no fueras la mujer
del hombre que te abandonó,
compartiríamos la ropa
y enamoraríamos de mentira
a los mismos hombres.

Pero eres la mujer que mi hombre abandonó
y ya tú no eres tú.
Eres un animal feroz en la fiesta de otros.
¿Tenías tanto veneno inoculado?

Ahora, el hombre que te abandonó no sabe
si te volviste otra
o ya eras otra cuando él te amaba.

Sé, el dolor y sus exigencias…
Pero no perdono tu metástasis de horror,
la extensión de tu odio como una masacre
ajena y propia.
Eres un cementerio sin muertos,
una brújula sin aguja. Nada.
El hombre sin la mujer.

El hombre que te abandonó
ya no te recuerda.

Y yo, su mujer, mezquina y feliz,
me alivio estúpidamente
porque ahora él es el protagonista
de mis propias fotografías.

Lo has logrado: ahora me siento
más miserable que nunca.

Este poema no existe.

No existe el pasado.



Eva Vaz 
(Huelva, España, 1972)
en Frágil (Antología 2001-2009), Editorial Baile del Sol,
Tenerife, 2010
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12 comentarios:

Leo Mercado dijo...

Es difícil comentar un texto así, tan duro, tan certero, tan valiente...

Noelia Palma dijo...

alucino con estas cosas, realmente

vera eikon dijo...

Subyugante...Buen día, Miriam!

Darío dijo...

Un peliculón...

çç dijo...

vivir el presente como si fuera el último fotograma, anulando la presencia, cegado por los órganos del amor hace que el pasado no exista más que en la medida de nuestro deseo… uops, creo que me he metamorfoseado en un monje tibetano, peliculón

te han mandado las fotografías?

EG dijo...

No!!! cc!!! las elijo yo...pero cada vez es más difícil encontrar un poema y una foto que me gusten...

çç dijo...

!!!no, no son esas fotos va! son otras fotografías que hace uns semanas tenía que mandar una personita por otro asunto

me encanta esta fotografía y más, esa otra donde una flor apunta en una pistola

EG dijo...

Ah! no, aún nada de nada:(

Unknown dijo...

"Me pregunto a menudo cuál es tu gesto...he visto muchas fotografías dicen más del hombre que te las hizo"...vaya manera de empezar estos versos..."Este poema no existe. No existe el pasado"....y vaya forma de terminarse...con la miseria de una mujer que acepta la infidelidad y la justifica porque el pasado no existe, y en consecuencia no pasó..."nada", y sin embargo el vacío es lo que predomina en su Ser...que tragedia la de estos versos, un thriller de amor y odio...pero espectacular, enajenante, remecedor de sentimientos, emociones encontradas y al final...una historia sin memoria.

vera eikon dijo...

Jaja...estos días no paro, pero las mentadas fotografías ya remontaron el vuelo....

Anónimo dijo...

Demoledor, poesía, dolor y sentimientos en estado puro.

Saludos

Anónimo dijo...

por dior... lo comparto

carina sedevich

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