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| Fotografía de Vivienne Mok |
MAPAS Y HOMBRES
Si no existiera el mapa,
¿dónde dibujarías la frontera?
Si hubieses heredado
la tierra entera para dominarla
y enmudecer los llanos impensables,
el fiel rumor del mar en las mareas
y el infinito cielo.
Liberar el espacio de su inmensa
perdición sin fronteras es un juego
de locos o de niños o de dioses.
Pero el hombre ha podido hacerlo sin vergüenza:
llenó el aire invisible de poderosos muros
que hablaban siempre y sólo de victorias.
Vomitando su orden inventado,
llegó al libro de Historia y a los mapas
que yo heredé y me libran de pecado
(o me incluyen en uno que no es del todo mío).
Y en sus ojos sombríos se confunden
fidelidad y ladrido:
la belleza del hombre y la mirada
que vigila las puertas del infierno.
Y no sé si le amo o le desprecio.
de Nostalgia armada, La Isla de Siltolá, Sevilla, 2011
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7 comentarios:
En ese caso, la frontera serían mis propias patas, siempre dispuestas a dar un pasito más, hacia delante(o hacia atrás, ¿quién lo sabe?). Me las imagino entonces como el horizonte, hacia el que una va, pero jamás alcanza. Pero en el mundo de los mapas, en mi caso, las fronteras las pone mi cabeza. En mi cabeza he sentido las caricias de pieles que nunca me han sido concedidas, he penetrado por ventanas en estancias que resguardaban seres soñantes de otros países, incluso una vez me sonrió mi adorada luna....Entonces ¿las fronteras las pone mi propio cuerpo? Sin embargo mis sentidos son apertura, un perenne hacer trizas mis propios márgenes. En fin, que no sé....Ciñéndome al poema, entiendo que habla de otra cosa, de algo despiadado, amargo. Pero creo que las fronteras las ponen los estados, los sistemas, no los hombres. Me dirán que los estados, los sistemas los hacen los hombres. Pero no, los estados, los sistemas los hacen unos pocos hombres, y los demás se someten a ellos(que puede ser otra manera, pasiva, de hacer el estado, no sé...). Yo no sé si amo o despercio, pero entre ambas cosas, sin duda eligo amar(algo que en cierto modo es un derribar las fronteras)... Al final de lo escrito imprimo en la tierra la huella de mi pezuña, Emma. Lo que en mi idioma lobuno vienen siendo enviarte un beso. Uno que transgreda fronteras(e incluso océanos)
Qué hermosa utopía, esa...Ciertamente un juego de niños o de locos(a los dioses dejémosles a un lado en toda su omnipotencia). Pero me temo, que si volviéramos a empezar, si el mundo de pronto apareciese libre, ilimitado, enseguida a alguien se le ocurriría fragmentarlo. Recuerdo cuando vi la película "A ciegas"-basada en el libro "Ensayo de la ceguera", de Saramago-o cuando después leí el libro-por cierto, me entusiasmó-, mi sorpresa-quizás era algo que ya intuía, pero que no había pensa- al percatarme de que en una situación límite, en la que el orden que conocemos fuese destruído, se repetirían los comportamientos que tan bien conocemos, y enseguida unos aprovecharían sus posibles ventajas para someter a los más débiles, y delimitar el territorio propio, aquel que le ayudase a mantener sus ventajas. Es terrible. Pensar que el camino del hombre es el equivocado, pero a la vez pensañr que es el único que le corresponde.
Magnífico poema, Emma. Me ha encantado, y me ha hecho pensar. Besos!!
Es verdad, perdemos la ubicación de las fronteras...
Hola Emma!! Hace tanto que no vengo (al menos a mí me parece demasiado!) que empiezo por el fuerte abrazo ;))
...el poema es terrible por lo que de cierto tiene...justo ayer leía un relato de Jack London, 'El inevitable hombre blanco', que hablaba de la necesidad de éste de andar conquistándolo todo, que si sabe de una mina de cualquier material en cualquier lado (le da igual montaña, valle, profunda cueva...) allá irá, si hace falta armado, a robar lo que pueda....y aunque no sea nuestro ese legado de 'pecados', quizás sí lo sea un poco............
...me voy pensando en los dos primeros versos, sobre dónde pondría yo mis fronteras........
Un beso!
Ustedes se divierten conmigo, no? Ante comentarios de este tenor...qué pretenden que diga yo? :)
Es un disfrute para mí, como debería serlo para la poeta. Qué placer que visiten esta casa, que por cierto...ya no me pertenece. Un abrazo a cada uno de ustedes.
Muchas gracias, Emma. Y también a los comentaristas.
Un fuerte abrazo.
Yo, aquí, temo.
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