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| Obra de Mariel Clayton |
Cuando el rey de la casa entraba
había que correr a la puerta
con zapatillas, cerveza y reverencia.
Por alguna razón
él suponía que debíamos estar felices
de verle volver cada noche
para escuchar sus juramentos
creer sus sueños, vivir de sus mentiras.
8 comentarios:
Si uno vive con un Rey que no te hace sentir Reina, es un rey falso. Una burla del destino, hay que sacarlo del palacio.
Esta Miriam siempre da en el clavo.....Creo que en la generación de mis padres, en España, la mayoría de los "reyes de la casa" eran así. Supongo que se debe a que su educación la recibieron en una dictadura, entonces es fácil confundir términos. Por cierto que lo de los "príncipes azules", es un tema que siempre me ha obsesionado. Y una vez me permití el lujo de escribir un cuento(en galego), que se titulaba (traduzco) "Del extraordinario caso de la desaparición masiva de príncipes de cuento". Es un cuento bastante delirante...
Besos
Ya lo ha dicho Maia: si eres súbdita de un falso rey al que no amas, más culpable eres tú que él y en más mentira vives tú que él.
Posiblemente el falso rey ni se entere de tus neuras.. Pero mejor culparlo a él de tus propias carencias e hipocresías.
Besos.
Cuánta pero cuánta obediencia.No?
Besos Emma.
aquí la cuestión es: cómo se puede expresar tanto con tan pocas palabras!!
Exacto Trapecista! (porque escribe con desgarro)
Desclasado, casi todos los poemas de Miriam hablan de una mujer que padece las consecuencias de cuestiones como la maternidad, el sexo, los malos tratos, el aborto. Su poesía es fuerte y dura. Nos deja pensando, no?
Entiendo siempre lo que decís, planteás que es la mujer la que tiene que tomar la desición de estar o no, de aceptar o no esa clase de relación con el otro. Ya sabemos que no siempre es fácil. Y sé tu postura al respecto.
Maia, tu idea es mi idea, pero es harto sabido, que no suele ser cosa fácil.
Vera, el contexto, la educación, la cultura, las aspiraciones, los sueños y deseos y la autoestima personal, son los factores determinantes que incidirán para que la cosa cambie.
Ha cambiado mucho, pero no lo suficiente y no en todos lados.
La mujer está cambiando...el hombre...estará a la altura de una mujer que decide por su cuerpo y su vida? El "varón" ha cambiado?
cuánta pero cuánta obediencia.No?
besos Emma
si Lobamarino, pero es una olla a presión!
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