23 de septiembre de 2010

Carmen Martín Gaite, De su ventana a la mía (+1)


foto de emmagunst, desde mi ventana...

DE SU VENTANA A LA MÍA

Estaba mucho más allá, en ese más allá ilocalizable adonde precisamente ponen proa los ojos de todas las mujeres del mundo cuando miran por una ventana y la convierten en punto de embarque, en andén, en alfombra mágica desde donde se hacen invisibles para fugarse. Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. En todos los claustros, cocinas, estrados y gabinetes de la literatura universal donde viven mujeres existe una ventana fundamental para la narración, de la misma manera que la suele haber también en los cuartos inhóspitos de hotel que pintó Edward Hopper y en las estancias embaldosadas de blanco y negro de los cuadros flamencos. Basta con eso para que se produzca a veces el prodigio: la mujer que leía una carta o que estaba guisando o hablando con una amiga mira de soslayo hacia los cristales, levanta una persiana o un visillo, y de sus ojos entumecidos empiezan a salir enloquecidos, rumbo al horizonte, pájaros en bandada que ningún ornitólogo podrá clasificar, cazar ningún arquero ni acariciar ningún enamorado y que levantan vuelo hacia el reino inconcreto del que sólo se sabe que está lejos. 

fragmento en Madres e hijas, Barcelona: Anagrama, 1996
Cuentos / Freixas, Laura (ed.) 


B O N U S  T R A C K 


EL CUARTO DE ATRÁS 

"-Pues podemos seguir hablando de literatura de misterio, ¿qué mejor ocasión que una noche de tormenta?; vamos, si tiene ganas...

Asiento sin abrir los ojos. Que empiece él por donde quiera. Me gustaría no hablar más, atreverme a apoyar la cabeza en su hombro. Me concentro en esta idea que me exalta, pero de inmediato se ve acosada por un ejército de razones encargadas de salvaguardar la normalidad y oponerse al riesgo; surgen como una flora de anticuerpos que cercan a la tentación, se entabla una lucha intensa y breve que conozco de antiguo. Al final, mi cabeza permanece inmóvil, como era de esperar: caer en la tentación siempre ha sido más difícil que vencerla".

fragmento



Carmen Martín Gaite 
(Salamanca, 1925 - Madrid, España, 2000)
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5 comentarios:

Darío dijo...

Yo sé que los ojos de una mujer, ven mucho más. Una sensibilidad especial se atraviesa adelante. La foto es una locura.

Rara Avis dijo...

Pues me ha encantado leer esto esta mañana... me ha encantado...

Abrazos...

Edmundo dijo...

Has de ser una chica para ver con esos ojos.

EG dijo...

si Edmundo ...soy una chica!!! :)

almudena dijo...

Estaba mucho más allá, en ese más allá ilocalizable adonde precisamente ponen proa los ojos de todas las mujeres del mundo cuando miran por una ventana y la convierten en punto de embarque, en andén, en alfombra mágica desde donde se hacen invisibles para fugarse.
Como se puede describir tan bien , lo que la mujer hace siente y decide.. es perfecto , es como creo , a mi entender que se debe plasmar.
ACarmen Martín Gite la descubri en un libro de 1957 "Entre visillos" que descripciones más plásticas y que colorido de emociones

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