11 de julio de 2010

Adrienne Rich, XIII (Dedicatorias)

Laguna Mar Chiquita, Córdoba
(*) fotografías de emmagunst


XIII (DEDICATORIAS)

Sé que estás leyendo este poema
tarde, antes de dejar tu oficina
la de la única lámpara amarillo intenso
y la ventana que se va oscureciendo
en la lasitud de un edificio que se funde en el silencio
mucho después de la hora pico.
Sé que estás leyendo este poema
parada en una librería lejos del océano
en un día gris del principio de la primavera,
débiles copos arrastrados por los enormes espacios
de las planicies a tu alrededor.
Sé que estás leyendo este poema
en una habitación donde demasiado ha sucedido
como para que lo soportes
donde las sábanas se enroscan estancadas en la cama
y la valija abierta habla de huida
pero todavía no podés irte.
Sé que estás leyendo este poema
mientras el subterráneo disminuye la velocidad
y antes de subir corriendo las escaleras
hacia una nueva clase de amor
que tu vida nunca permitió.
Sé que estás leyendo este poema a la luz
de la pantalla del televisor
donde imágenes sin sonido se sacuden y deslizan
mientras esperás la última noticia de la intifada.
Sé que estás leyendo este poema en una sala de espera
de ojos que coinciden y que no se encuentran, de identidad con extraños.
Sé que estás leyendo este poema con luz fluorescente
en el aburrimiento y la fatiga de jóvenes excluidos,
que se marginan a sí mismos, a una edad demasiado temprana.
Sé que estás leyendo este poema con tu vista debilitada,
los gruesos lentes agrandando estas letras más allá de todo significado
y sin embargo seguís leyendo
porque hasta el alfabeto es precioso.
Sé que estás leyendo este poema caminando por la cocina
calentando leche, un bebé llorando sobre tu hombro,
un libro en tu mano
porque la vida es corta y vos también tenés sed.
Sé que estás leyendo este poema que no está en tu idioma
adivinando algunas palabras mientras otras te hacen seguir leyendo
y quiero saber cuáles son esas palabras.
Sé que estás leyendo este poema esperando escuchar,
desgarrada entre la amargura y la esperanza
volviendo una vez más a la tarea que no podés rehuir.
Sé que estás leyendo este poema
porque ya no queda otra cosa que leer
ahí donde aterrizaste, desnuda como estás.





Laguna Mar Chiquita, Córdoba
(*) fotografías de emmagunst





 XIII (DEDICATIONS)

I know you are reading this poem
late, before leaving your office
of the one intense yellow lamp-spot and the darkening window
in the lassitude of a building faded to quiet
Long after rush-hour. I know you are reading this poem
standing up in a bookstore far from the ocean
on a grey day of early spring, faint flakes driven
across the plains' enourmous spaces around you.
I know you are reading this poem
in a room where too much has happened for you to bear
where the bedclothes lie in stagnant coils on the bed
and the open valise speaks of flight
but you cannot leave yet. I know you are reading this poem
as the underground train loses momentum and before running
up the stairs
toward a new kind of love
you life has never allowed.
I know you are reading this poem by the light
of the television screen where soundless images jerk and slide
while you wait for the newcast from the intifada.
I know you are reading this poem in a waiting-room
of eyes met and unmeeting, of identity with strangers.
I know you are reading this poem by fluorescent light
in the boredoom and fatigue of the young who are counted out,
count themselves out, at too early an age. I know
you are reading this poem through you failing sight, the thick
lens enlarging these letters beyond all meaning yet you read on
because even the alphabet is precious.
I know you are reading this poem as you pace beside the stove
warning milk, a crying child on your shoulder, a book in your hand
because life is short and you too are thirsty.
I know you are reading this poem which is not your language
guessing at some words while others keep you reading
and I want to know which words they are.
I know you are reading this poem listening for something, torn
between bitternes and hope
turning nack once again to the task you cannot refuse.
I know you are reading this poem because there is nothing else left to read
there where you have landed, stripped as you are.






Adrienne Rich 
(Baltimore, 1929 – Santa Cruz, EE.UU., 2012)
de An Atlas of the Difficult WorldPoems 1988-1991
W.W. Norton&Company, 1991
Traducción de Gabriela Adelstein
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10 comentarios:

NINA dijo...

Bueh... eso de que no queda qué leer...
Yo tengo pilas de cosas para leer y además, tus poesías.
y me encontré en varias de las situaciones.

Tus fotos son magníficas!

Baci

Errata y errata dijo...

Hermoso y hermosas las fotos. Un beso,

PÁJARO DE CHINA dijo...

¿El poema es Rich o Gunst? Es de una ternura estremecedora. No nos queda más que leer, desnudos como estamos.

Emma, el Gran Hotel Viena me sonaba en la literatura de ficción, como un eco, desde que vi tus fotos. No era este hotel. Era el Edén Hotel del Valle de Punilla, al que Luis Gusmán le dedicó una novela (nombrando sesgadamente al Gran Hotel Viena, al principio).

Digo ... mis sensores dicen ... intuyo que tenés un tema magnífico para una nouvelle. O una serie de poemas, o lo que sea, con el formato que quieras darle y tus propias imágenes.

Animate. A mí las ideas me asedian durante días, después las paso a un cuaderno escolar con lápices con estampas de animalitos. De ahí al vacío 2.0 ...

Esas ruinas perdidas reclaman palabras.

Te abrazo fuerte.

Say dijo...

El poema es hermoso como el corazón inmenso de una mujer que lo escribe, de una mujer que lo lee...Rich...emmagunst...

Y las fotos...la quietud...y la pasión que vive en la quietud...son delicadas y sugerentes...vida y mirada...

EG dijo...

Chicas, tengo una buena cámara, pero no leí el manual, así que cuando llega la noche se me acaba la magia!
El lugar es impresionante para los amantes de la fotografía, es un paisaje desolador, impactante, mas de 400 escombros de viviendas bajo el agua, árboles que se convirtieron en palos blancos que emergen, brota el agua dulce de los caños de las casas demolidas, es un espectáculo único y tristísimo.
A unos cientos de metros del pueblo está el Gran Hotel Viena, derruído por el agua, la desidia y la gente, que durante mas de 20 años saquearon lo que quisieron, ya que el Hotel fue abandonado con todo dentro. Muebles, vajilla, cubiertos de plata, biblioteca, bodega con 10 mil vinos...
Costó 25 millones de dólares su construcción en los años 40'.

besos!!!

NINA dijo...

Disculpá Emma mi ignorancia... y dónde queda ese hotel?

Baci

EG dijo...

Hola Nina!!!
el Gran Hotel Viena, queda en la localidad de Miramar, Provincia de Córdoba, a orillas de la laguna Mar Chiquita.

En el post anterior hay un video cortito cortito con su historia.

Baci!!!

Unknown dijo...

Lo que sea necesario para encontrarte se hace con el propósito de perderte para no alivianar la fuga.
Lo que sea útil para hallarte se realiza con la intención de apreciarte en la memoria táctil de los días.
Lo que sea propio para acercarte se establece con el solo fin de apreciarte en el horizonte.
Memoria
Táctil
Gozo
Alumbramiento
Queda el dolor en el pecho atestiguando la ansia.

EG dijo...

Jonás Vergara...es el mensaje mas certero al punto exacto de mi pecho. Y no queda dolor.

Unknown dijo...

Punct junction
Más allá del plexo solar
Inspiración magnética
de esta noche que aguarda.

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