"Cuando jóvenes, no nos miramos en los espejos. Lo hacemos cuando somos viejos y nos preocupa nuestro nombre, nuestra leyenda, lo que nuestras vidas significarán en el futuro. Nos envanecemos con nuestro nombre, con el derecho a afirmar que nuestros ojos fueron los primeros en ver determinado panorama. Al envejecer es cuando Narciso desea una imagen esculpida de sí mismo.
(...)
Sólo al deseo se debía que la historia errara, vacilase como la aguja sin brújula...Una mente viajando por el Este y el Oeste disfrazada de tormenta de arena.
(...)
Una historia de amor no versa sobre aquellos cuyos corazones se extravían, sino sobre quienes tropiezan con ese hosco personaje interior y comprenden que el cuerpo no puede engañar a nadie ni nada: ni la sabiduría del sueño ni el hábito de la cortesía. Es un consumirse de uno mismo y del pasado.
"Amor mío, te sigo esperando, cuánto dura un día en la oscuridad. El fuego se ha apagado. Empiezo a sentir un frío espantoso, debería arrastrarme al exterior pero entonces me abrasaría el Sol. Temo malgastar la luz mirando las pinturas y escribiendo estas palabras.
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Sólo al deseo se debía que la historia errara, vacilase como la aguja sin brújula...Una mente viajando por el Este y el Oeste disfrazada de tormenta de arena.
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Una historia de amor no versa sobre aquellos cuyos corazones se extravían, sino sobre quienes tropiezan con ese hosco personaje interior y comprenden que el cuerpo no puede engañar a nadie ni nada: ni la sabiduría del sueño ni el hábito de la cortesía. Es un consumirse de uno mismo y del pasado.
"Amor mío, te sigo esperando, cuánto dura un día en la oscuridad. El fuego se ha apagado. Empiezo a sentir un frío espantoso, debería arrastrarme al exterior pero entonces me abrasaría el Sol. Temo malgastar la luz mirando las pinturas y escribiendo estas palabras.
Morimos, morimos, morimos ricos en amantes y tribus y sabores que degustamos en cuerpos en los que nos sumergimos como si nadáramos en un río, miedos en los que nos escondimos como esta triste gruta. Quiero todas esas marcas en mi cuerpo, nosotros somos los países auténticos, no las fronteras trazadas en los mapas con nombres de hombres poderosos. Sé que vendrás y me llevarás al palacio de los vientos. Sólo eso he deseado, recorrer un lugar como ese contigo, con nuestros amigos, una tierra sin mapas.
La lámpara se ha apagado… y estoy escribiendo a oscuras…
Las traiciones durante la guerra resultan infantiles comparadas con nuestras traiciones en tiempos de paz.
Los amantes, primero se muestran nerviosos y tiernos hasta que lo hacen todo añicos, porque el corazón es un órgano de fuego..."
Los amantes, primero se muestran nerviosos y tiernos hasta que lo hacen todo añicos, porque el corazón es un órgano de fuego..."
Michael Ondaatje
(Colombo, Ceilán, Sri Lanka, 1943)
Nacionalizado canadiense
de The English Patient/El paciente inglés, McClelland y Stewart, 1992
en FACEBOOK
Nacionalizado canadiense
de The English Patient/El paciente inglés, McClelland y Stewart, 1992
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8 comentarios:
El amor... nos llena, nos vacia.
Nos llena de alegria y un dia, sin esperarlos nos llena de amargura.
A la protagonista le lleno de soledad y de espera, cuando anteriormente le habia llenado plenamente de dicha.
He visto esta pelicula como cinco o seis veces...las historias de amor es lo que tienen, no te cansas de que te hagan soñar y te pongas en la piel de la protagonista.
Hola "Sueños", gracias por leer y dejar tu comentario, un abrazo desde acá!
El amor me dejó en pertinaces insomnios. Sin embargo, ha pasado el tiempo y lo peor de todo es que me ha dejado dormida para el amor.
"Golpeado por la naturaleza abstracta de la ausencia; y, sin embargo, es ardiente, desgarradora. De ahí que entienda mejor la abstracción: es ausencia y dolor, dolor de la ausencia -¿quizás es entonces amor?" Roland Barthes en " Diario de duelo"
hola emma, este hermoso fragmento que aparece en tu columna de citas, ¿es de "el paciente inglés"? gracias. la selección del blog es bella, inspiradora.
MORTAL
Hacía mucho frío pero había sol radiante, caminaba bajo una líneas de árboles casi desnudos y me frené, hubiese querido detener el tiempo así, ahí, un rato... sentía plenitud y miedo a que se pasara. Porque sé que todo pasa. Me quedé un ratito ahí, quieta, pensando fuerte en ese deseo. Y me dí cuenta, en ese preciso momento, que "me dí cuenta" que no era inmortal.
No Nicolás, esa parte es escrita por mí. Sólo que quise "unirla" a éste extracto del libro de El Paciente Inglés. Es mi película fetiche.
(espero que veas la respuesta)
Saludos.
Acabo de ver la respuesta, Emma. Gracias. Pero, sobre todo: Oh. Qué bueno. Cuánto mejor que sea tuyo.
Saludos.
N
Adoro la película. Te lo juro, Emma, soy como él...
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