29 de septiembre de 2020

Shirley Campbell Barr, 3 poemas 3


Collage de Oliv Barros


UN MUNDO SIN MIEDO

Me resisto a creer
en presagios y anuncios del Apocalipsis
me niego a recibir sin resistencia
esas voces que anuncian
señales de muerte
de nuestros tiempos…

No estoy dispuesta a morir
bajo la bandera de estos hermosos sueños
que son justamente
los que quiero vivir
suficientes antepasados reposan
por la defensa de los mismos principios
suficientes ausencias
tengo impresas en el ayer.

Sucede que estamos arribando
a la era de la vida y la verdad
sucede que se acerca
el fin de los finales tristes
y de las guerras perdidas
sucede que tengo una niña en casa
que está decidida

a llegar a grande
y sucede que le prometí
un mundo sin miedo
por eso
me resisto a ser parte
del odio y del terror
y me niego a morir
en la siguiente batalla
me niego a recibir llorando el día nuevo
sucede que en casa tengo
una brillante sonrisa sin dientes
que me ha cambiado la vida
y la muerte
y el libro del Apocalipsis
fue desterrado de mi biblioteca
y las noches de lluvia se convirtieron
no sé por qué mágico encanto
en hermosas canciones de cuna.




Collage de Oliv Barros

UMBRAL

Aún es temprano
el sol apenas está saliendo
la mañana está fresca
las plantas están húmedas
es temprano
apenas amanece
aún es temprano
los dientes están frescos
las manos limpias
la mañana tiene ese dulce olor a madrugada
es hora de limpiar la casa
recoger la basura del día anterior
y empezar a existir
ahora que casi entendemos lo que pasó
podemos mirar al sol de frente
cambiarnos las ropas viejas ajenas
y volver a empezar
aún es temprano
huele a montaña
a niños recién bañados
a tetas llenas de leche
a historia amanecida
reconstruida
rescatada
el sol apenas está saliendo
huele a pan fresco
a lágrimas de ayer
es temprano
aún se puede empezar todo de nuevo.




Collage de Oliv Barros


LIBERADA

Yo ya no busco razones
para mi piel
no busco más excusas ni explicaciones
para la redondez de mis nalgas
o la natural cadencia
en mi andar.
No justifico ya mi natural agrado
por los tambores
o la necesidad de mi cuerpo
de danzar al ritmo que le toquen.

Hace ya tiempo
que dejé de explicar antepasados
que justifiquen mis labios,
mi extraordinaria nariz
o la hermosura incólume
que me acompaña
desde tiempos inmemoriales.

No justifico más
mis sincretismos
mis pasiones o mi sensualidad.
Yo ya no otorgo razones
para mi ser.
Me convertí en mí misma
me aprendí
soy yo.

Tengo certeza de mí misma
y de los míos
no necesito autorizaciones para ser.
No pido ya permisos
para vivir.

Hoy disfruto con sobrada elegancia
mi negrura
la llevo con honor,
con garbo y distinción.
La paseo por parques,
mercados y plazas
por escenarios y anfiteatros
simples coloquios
y grandes conferencias
con placer me colma el alma
el discurso y la vida.
Ya no intento disimularla en mi cabello
en mi tez
o en mis distinguidas alocuciones
la aprendí de memoria
desde adentro,
con historia
desde el centro del alma.

Por eso,
ya no preciso de razones para ser
porque me descubrí limpia
brillante y victoriosa
incólume y probada
bendecida
batallada
negra.

Ya no,
no preciso razones
hoy soy yo
liberada.

en Rotundamente negra y otros poemas, Ediciones Torremozas, 2013



Shirley Campbell Barr
(San José, Costa Rica, 1965) 
Reside en Brasilia
POETA/ANTROPÓLOGA/ACTIVISTA FEMINISTA
su blog ROTUNDAMENTE NEGRA
para leer + en NANOPDF
y en EMMA GUNST
su WEB

27 de septiembre de 2020

Meg Kearney, Credo

Ilustración de María Hesse

CREDO

Yo creo en la gallina antes que el huevo
aunque creo en el huevo. Yo creo que
comer es una forma de tacto llevada
a sus últimas consecuencias; yo creo que el chocolate
hace bien; yo creo que soy una zurda
en un mundo diestro, lo que no
me convierte en torpe, ni anormal, ni siniestra.
creo que “normal” es solo un ciclo del
lavarropas; creo que el toque
de manos tiene el poder de sanar, aunque
nada llenará nunca este inconmensurable
agujero en el centro de mi pecho. Yo creo
en besar; creo en el correo; creo
en la sal por sobre el hombro, una olla
vigilada nunca hierve, y si me siento junto
a mi buzón esperando la carta que quiero
nunca llegará—no por
superstición, sino porque no es así
como funciona la vida. Yo creo en el trabajo:
llamados telefónicos, tipear, multiplicar,
café negro, escribir escribir escribir, cavar
cavar cavar, barrer barrer. Yo creo en
un lento, tortuoso barrido de lengua
hacia abajo por el vientre de mi amante; creo que he
sido vuelta loca de amor más de una vez
y es una buena idea no dar nombres.
Cavar en busca de nombres es parte de mi trabajo,
pero eso es otro poema. Yo creo
que hay una diferencia entre los varones y
las mujeres y agradezco a Dios por ello. Yo creo
en Dios, y si me abrís la puerta
y cargás mis libros, me aseguraré de preguntar
tu nombre. ¿Cuál es tu nombre? ¿Vos
creés en fantasmas? Yo creo
que la mañana en que murió mi padre lo oí
silbando “Danny Boy” en el baño,
y una semana más tarde lo vi parado en
el living con una valija en la
mano. Nunca pudimos despedirnos, dijo
él, y yo dije no creo en las
despedidas. Yo creo que es por eso que tengo
este agujero en mi pecho; a veces es
rabioso; a veces es incoherente. Yo
creo que voy a sobrevivir. Yo creo que
“acostarse temprano y levantarse temprano” es
una forma aburrida de vivir. Yo creo que lxs buenxs
poetas toman prestado, lxs grandes poetas roban, y
si solo dejáramos de intentar ser felices
podríamos pasarla bastante bien. Yo
creo que el tiempo no sana todas las heridas,
creo en comprar flores por ninguna
razón; creo en “Hazte Cargo, No
Contamines”, “Leer es Fundamental”,
el Yankee Stadium pertenece al Bronx,
y los mejores bagels de New York son
hervidos y horneados en la esquina de Primera
y 21. Yo creo en Santa
Claus, en Jimmy Stewart, en los pétalos de ZuZu,
en el Día del Árbol, y en esa bebé fea con la que sigo
soñando—vive dentro de mí
abriendo y cerrando su ancha boca.
Creo que nunca degustará la
leche de su madre; nunca será
hermosa; siempre se preguntará cómo
es nacer; y si vos ponés
tu mano justo acá—tocame bien
acá, como si esto fuera todo lo que importa,
todo lo que siempre has querido, yo creo que
algo podría moverse dentro de mí,
y sería más de lo que puedo soportar.

Traducción al castellano Gabriela Adelstein, Buenos Aires, 2020


Ilustración de María Hesse

CREED

I believe the chicken before the egg
though I believe in the egg. I believe
eating is a form of touch carried
to the bitter end; I believe chocolate
is good for you; I believe I'm a lefty
in a right-handed world, which does not
make me gauche, or abnormal, or sinister.
I believe "normal" is just a cycle on
the washing machine; I believe the touch
of hands has the power to heal, though
nothing will ever fill this immeasurable
hole in the center of my chest. I believe
in kissing; I believe in mail; I believe
in salt over the shoulder, a watched
pot never boils, and if I sit by my
mailbox waiting for the letter I want
it will never arrive—not because of
superstition, but because that's not
how life works. I believe in work:
phone calls, typing, multiplying,
black coffee, write write write, dig
dig dig, sweep sweep. I believe in
a slow, tortuous sweep of tongue
down the lover's belly; I believe I've
been swept off my feet more than once
and it's a good idea not to name names.
Digging for names is part of my work,
but that's a different poem. I believe
there's a difference between men and
women and I thank God for it. I believe
in God, and if you hold the door
and carry my books, I'll be sure to ask
for your name. What is your name? Do
you believe in ghosts? I believe
the morning my father died I heard him
whistling "Danny Boy" in the bathroom,
and a week later saw him standing in
the living room with a suitcase in his
hand. We never got to say good-bye, he
said, and I said I don't believe in
good-byes. I believe that's why I have
this hole in my chest; sometimes it's
rabid; sometimes it's incoherent. I
believe I'll survive. I believe that
"early to bed and early to rise" is
a boring way to live. I believe good
poets borrow, great poets steal, and
if only we'd stop trying to be happy
we could have a pretty good time. I
believe time doesn't heal all wounds;
I believe in getting flowers for no
reason; I believe "Give a Hoot, Don't
Pollute," "Reading is Fundamental,"
Yankee Stadium belongs in the Bronx,
and the best bagels in New York are
boiled and baked on the corner of First
and 21st. I believe in Santa
Claus, Jimmy Stewart, ZuZu's petals,
Arbor Day, and that ugly baby I keep
dreaming about—she lives inside me
opening and closing her wide mouth.
I believe she will never taste her
mother's milk; she will never be
beautiful; she will always wonder what
it's like to be born; and if you hold
your hand right here—touch me right
here, as if this is all that matters,
this is all you ever wanted, I believe
something might move inside me,
and it would be more than I could stand.




Meg Kearney
(Nueva York, EE.UU., 1964)
POETA/ESCRITORA/EDUCADORA
de An Unkindness of Ravens, BOA Editions, Rochester, New York, 2001
Traducción al castellano Gabriela Adelstein, Buenos Aires, 2020
Propuesta de traducción de Emma Gunst
para leer + en MISSOURI REVIEW
su WEB








25 de septiembre de 2020

Gladys Tobar Aguilar, Amigas (Para todas mis amigas) (+1)

Collage de la.amarillista


AMIGAS (PARA TODAS MIS AMIGAS)

Busco manos amigas
que me den la confianza
de continuar andando por la vida.

Encuentro muchas palmas extendidas
que apoyan mi paso vacilante,
entonces, reconozco en ese gesto
la generosa dádiva
que me alienta a seguir adelante.



B O N U S  T R A C K 


MUCHACHAS DEL INCA 
(Para la promoción de maestras del INCA 1974)

Éramos, entonces, un puñado de sueños
corriendo, día a día, para acortar distancias.
A veces, fuimos viento soplando por doquier
A veces, fuimos nubes vagando sin destino.
Algunas fueron roca de acantilado y
otras fueron ríos que llegaron al mar.

Luego, fuimos dejando atrás esas distancias y
jirones de sueños olvidados;
sin embargo, al unirnos nuevamente,
nuestros recuerdos vienen con canciones
que renuevan los votos del pasado:
Servir, amar y dar a manos llenas




Gladys Tobar Aguilar 
(Guatemala, 1955)
POETA/DOCTORA EN EDUCACIÓN/LICENCIADA EN LETRAS/MAESTRA
para leer + en Foro Iberoamericano Mujeres en las Ciencias

23 de septiembre de 2020

Gabriela Delgado, 2 poemas 2


Fotografía de Lumi Tuomi


DESHABITADA

Imagino que la casa ya no será la misma.
Este verano los damascos sembrarán
el patio sin una mano que los cobije
y la parra, sin su poda de otoño,
entregará vides vacías.
Los cristales empañados de grises
ya no reflejan verdes en la cocina.
El fogón aromado de pan recién hecho
sólo esparce cenizas.
El reloj marca un tiempo sin pasos.
En el desván, olvidada, una caja de fotos
se abraza a un pasado de rieles.
El espejo ha de haber perdido la sonrisa
frente a la sombra.
Una húmeda fatiga se niega
a ser exorcizada con sándalo
La casa está vacía.
Dos manos y un vaso de vino
deshojan el eco de la risa.
La casa está sola.
Quien la habita ha elegido el destierro.





NOSOTRAS

Las Hembras ponemos la palabra y el cuerpo,
el coraje, la paciencia, la caricia, el pan, las manos
y no hacemos del amor un juego.
Nos reconstruimos cada día, aun desde las ruinas.
Desangradas, cicatrizamos en jazmines.
Las Hembras sabemos de cobardes retiradas.
Las hemos visto muchas veces en miradas esquivas,
en silencios agazapados, en estocadas gratuitas.
Las Hembras caminamos de frente, embestimos la vida.
A veces, la magia hecha esquirla nos hiere de muerte.
Es allí donde todo lo que sentimos
no vuelve a traspasar la piel ni la frontera.
(No siempre creer vale la pena.)

Las Hembras ponemos la palabra y el corazón,
aunque no se vea.
Y sin explicarnos por qué, o por dónde,
siempre llegamos.
Siempre.





Gabriela Delgado
(Buenos Aires, Argentina, 1958)
POETA/GESTORA CULTURAL/EDITORA/TALLERISTA
de La vida es otra cosa, El Mono Armado Ediciones, 2008
para leer + en POEMANÍA
su FACEBOOK



21 de septiembre de 2020

Ijeoma Umebinyuo, 3 poemas 3 (+2)


Ilustración de @UN_Women 

perdí culturas
perdí todo el lenguaje
perdí mi religión
he perdido todo en el fuego
que es la colonización
así que no voy a disculparme
por poseer cada pedazo de mí
que ellos no pudieron coger, quebrar
y reclamar como suyo.

i lost cultures
i lost a whole language
i lost my religion
i lost it all in the fire
that is colonization so i will not
apologize
for owning every piece of me
they could not take, break
and claim as theirs.



Obra de Tessa Perlow

DIASPORA BLUES

Entonces,
aquí estás
demasiado extranjero para casa
demasiado ajeno para aquí,
nunca es suficiente para ambos.

DIASPORA BLUES

So,
here you are
too foreign for home
too foreign for here,
never enough for both.



Empezá ahora. Empezá donde estés. Empezá con miedo. Empezá con dolor. Empezá con duda. Empezá con las manos temblorosas. Empezá con la voz temblorosa, pero empezá. Empezá y no pares. Empezá donde estés, con lo que tenés. 
Solo empezá.

Start now. Start where you are. Start with fear. Start with pain. Start with doubt. Start with hands shaking. Start with voice trembling but start. Start and don’t stop. Start where you are, with what you have. Just start.




B O N U S  T R A C K (x2)


Obra de Michelle Kingdom

Nadie te advirtió
Que a aquellas mujeres cuyos pies 
cortas para evitar que corran
Darían a luz 
hijas con alas.

Traducción de Claudia Sbolci

Nobody warned you
that the women whose feet
you cut from running
would give birth to
daughters with wings.

Ninguém te avisou 
que mulheres cujos pés 
foram impedidos de correr 
dariam luz 
a mulheres com asas.


*

La recuperación llega como las olas
y quizás hoy
las olas han golpeado las rocas
y eso está bien, cariño...
eso está bien
aún te estás recuperando
aún te estás recuperando
Healing comes in waves
and maybe today
the wave hits the rocks
and that’s okay,
that’s okay, darling
You are still healing
You are still healing

be gentle with yourself


Ijeoma Umebinyuo
(Lagos, Nigeria)
para leer una entrevista en AFROFÉMINAS
su WEB

20 de septiembre de 2020

Amalia Iglesias Serna, Cambio climático


Ilustración de Jessie Sattler


CAMBIO CLIMÁTICO

Dicen que ya no llueve cuando toca
ni escampa a su debido tiempo.

El río se evapora y emigra para siempre,
las nubes guardan gotas frías,
proyectan inundaciones y huracanes.
Crecen agujeros negros
que incuban el centro de la nada.

Dicen que se deshacen los polos y se desbordan los mares,
y bajo sus fondos marinos habitan extrañas criaturas,
gambas gigantes y medusas,
anémonas de mar y arañas acuáticas.

Las hojas ya no saben cuándo dejarse caer
y los pájaros han comenzado en regreso sin acabar de irse.

Dicen que hará calor.
Donde sembramos manantiales de arena y de ceniza
sólo nos queda cosechar desiertos.





Amalia Iglesias Serna
(Menaza, Palencia, España, 1962)
POETA/PERIODISTA CULTURAL
Colección Los versos de Cordelia
XIX Premio de Poesía Ciudad de Salamanca
para leer + en EMMA GUNST

18 de septiembre de 2020

Teresa Iturriaga Osa, Effetá


Naomi Watts en Lo imposible, dirigida por Juan Antonio Bayona 


EFFETÁ (*)

Te han rechazado tantas veces
que has perdido la fe en la cuesta del suspiro.

         Como si no pudieras sentir
la gran obra de arte
que se levanta ante tus ojos
                                delante del espejo…
plenitud sorda y muda, encallada en la arena,
bajo el arrecife del mundo de signos.
         Pero no, gracias al rito,
te graduaste bien la vista
y llevas las gafas muy bien puestas
las que un día te arrojaron al mar,
                                          entre litoral y litoral_
         Y esa memoria procaz que te habita
por fin ha tocado tu boca,
los órganos de la vista y oídos,
tarareando una vieja canción:
         “… hasta las estrellas perderían la cabeza
                                          por estar contigo”.

         Ya lo ves.
Respira, nada y ábrete.




Teresa Iturriaga Osa
(Palma de Mallorca, España, 1961) 
Reside en Canarias desde 1985
POETA/DOCTORA EN TRADUCCIÓN E INTERPRETACIÓN/
GESTORA Y PERIODISTA CULTURAL/TRADUCTORA/INVESTIGADORA/
NARRADORA/
para leer una reseña por Tina Suárez Rojas en LETRALIA
para leer + en AURORA BOREAL


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