Si la sangre fuera transparente
sería menos malo
matar.
Ningún rostro llovería sangre
ni aquel de la corona de espinas.
el cuchillo no delataría al asesino
y el cadáver no parecería muerto
sino sólo dormido.
Si la sangre fuera transparente
la vida emperezaría
de otra manera.
Vida y muerte
serían menos
“tema”.
No habría un pañuelo blanco
haciendo de soplón de virginidades
ni cuatrocientos ochenta meses
para recordarme que soy mujer.
Si la sangre fuera transparente
no habría sangre azul
y nuestra carne toda
olería igual.
Pero la sangre es roja
dulce
vengativa
caliente
escandalosa
y feroz.
No transparente.
Fotografía de Katy Grannan |
CERRADURA
Comienza mujer
por escribir en los muros
con las uñas.
Para salir de prisión
basta recordar
la palabra
la mano
la cerradura.
Día tras día mide
el tamaño de tu cárcel
recorre
el suelo por sus esquinas
pon la mirada
más allá del miedo.
No hay lápiz
ni espejo.
Olvida mujer
el ojo del carcelero.
La puerta
tiene cerradura
y hay viento del otro lado.
de Patria mi cuerpo. Historia de una mujer desnuda,
F&G Editores, 2009, pág. 82
Fotografía de Katy Grannan |
EL OLOR DE TU MIRADA
lo llevo en mi frente
y en mi sexo.
Es olor de piel humedecida
con lengua de gato negro.
El olor de tu mirada
espía perdigueramente
mi deseo.
Es olor de pan caliente
hecho en horno de leña
que se enreda en mis cabellos
recorre mis senos
y me hace temblar
el presagio del vuelo.
Ese olor de tu mirada
me lo he llevado puesto
y me basta respirarte
para saberlo.
de Palabras sonámbulas, Editorial CES, 2001
(Guatemala, 1960)
POETA/LICENCIADA EN LETRAS/
INVESTIGADORA SOCIAL/CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA
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