Fotografía de Elif Sanem Karakoç |
PERFILES
Respiro en un punto del círculo
en el que la pregunta es la misma:
Por qué, por qué.
Yo soy la parte más frágil de su estructura,
la más endeble
pero vuelvo temblando a recomponer formas de mi cuerpo.
Por qué?
Soy esa misma que cavó en el ayer
la fosa más profunda
y cayó en ella blandamente
ligada al designio inescrutable.
Cayó para ascender después
en valles de deslumbradas órbitas.
Soy el segmento extraño de ese círculo
porque mi nacimiento ocurre cuando anuncia
la noche el desconcierto de otro tiempo,
de otra tierra por la que deambulo
anciana ya y con los ojos otra vez en el signo
de una mañana extasiada de partos.
Mi cuerpo
ancló ramas en sol superlativo
por eso es que no sé nunca quien viene
o quién vuelve después del infinito.
Cuando lavo mis manos en el río del siglo
soy ese mismo río en carne
y cuando evoco la hora del amor,
resurjo hasta los besos milenaria y sedienta.
Mis tiempos en el tiempo
tempestad en un inmóvil faro,
agualuz de las sombras.
Por qué?
Mis ojos se han abierto de nuevo
en medio de la noche.
extraído de POEMANIA
Fotografía de Elif Sanem Karakoç |
DE LAS CEREMONIAS
Algunos días entro
Y algunas noches salgo,
Vieja sacerdotisa,
Para beber la sed entre las ramas.
Algunos días vuelvo
Y al trasponer la puerta
Otro cuerpo me espera con mi nombre
Entonces ardo el fuego de mis ojos
Y comienzo otra vez a desnudarme.
extraído de NOTICIAS DÍA X DÍA
Fotografía de Elif Sanem Karakoç |
SENTENCIA
Y no sé dónde comienza el mundo,
el pasado ha dejado de existir
en la marea de mi pensamiento.
Antiguos ventanales
se abren a la noche inmemorial
y estoy tan sola
como la primera mujer de la tierra.
Un aroma secreto a celebraciones
de huesos y de arena
invade la cama donde estoy olvidada de mí
en los abismos de una edad oscura.
Tal vez a este lugar
lleguen los hombres y mujeres del pueblo
para marcar mi frente con aceites
y tal vez los hijos que no he parido
desfilen ante mi cuerpo blanco
con una nada de paciencia suprema.
La noche cubre con extrañas aguas
el tiempo de los tiempos.
extraído de POEMANIA
Fotografía de Elif Sanem Karakoç |
TIEMPO
Ha llegado la hora de mostrarnos desnudas
por la casa.
Si alguien puede contemplarnos son los muertos,
nadie más
que los personajes de liturgias extrañas
que son más perfume
que uñas y que dedos.
Caminamos desnudas,
los sexos liberados por ángeles de tiempo
y en los pechos
una leve ceniza que es mixtura
de regiones de frutos a la siesta.
Nos hicieron mujeres y como tales somos
una mitad de símbolo
y una mitad de arena.
Desnudas sin más leyes
que las de una naturaleza podadora de sangres,
aquí miramos los retratos que penden de los clavos
como se miran las propias manos
y se escuchan los propios gritos
con esa continua herencia de objetos y de horas
y sin embargo respiramos la certeza de una piel
que no se vive
pero que se presiente.
Ha llegado la hora de mostrarnos desnudas
por la casa.
Si alguien puede contemplarnos son los muertos,
nadie más
que los personajes de liturgias extrañas
que son más perfume
que uñas y que dedos.
Caminamos desnudas,
los sexos liberados por ángeles de tiempo
y en los pechos
una leve ceniza que es mixtura
de regiones de frutos a la siesta.
Nos hicieron mujeres y como tales somos
una mitad de símbolo
y una mitad de arena.
Desnudas sin más leyes
que las de una naturaleza podadora de sangres,
aquí miramos los retratos que penden de los clavos
como se miran las propias manos
y se escuchan los propios gritos
con esa continua herencia de objetos y de horas
y sin embargo respiramos la certeza de una piel
que no se vive
pero que se presiente.
extraído de NOTICIAS DÍA X DÍA
Fotografía de Elif Sanem Karakoç |
TRAYECTO
Derrumbarse, morir,
Transfigurarnos,
Bendecirnos, arder,
Desconocernos.
No se resume ni se avanza.
Tomados de la mano del tiempo,
Recién ahora comprendemos
Que ha pasado
Y que
Cuando caemos a un costado,
Nos duele haber nacido.
extraído de NOTICIAS DÍA X DÍA
Fotografía de Elif Sanem Karakoç |
ATARDECER
No soy yo quien envejece
sino la corteza infinita
del árbol de los días y las noches.
Continúo nadando a grandes brazadas
por el río del tiempo
y siento todavía
el gozo amargo del amor.
A veces me sorprendo ante el espejo
y me arrebujo entre viejos ropajes
por escapar del frío del invierno,
a veces, solo a veces
porque salto hacia el fondo
del amoroso abismo
con los ojos iguales
y las manos iguales.
extraído de NOTICIAS DÍA X DÍA
Lucía Carmona
(Chilecito, La Rioja, Argentina, 1946)
POETA/DOCENTE/NARRADORA/ENSAYISTA
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2 comentarios:
Como siempre, gracias por la poesía. Me gustó mucho "Atardecer".
Saludos desde el sur
Magnífica poesía de Lucía Carmona! Trascendente y libre, con angustia se desangra. Es la vida misma, los recuerdos y la ausencia... imposible no admirarla!!
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