Fotografía de Laura Stevens |
EROSIÓN
El tiempo avisa,
y aun así
uno lo sabe traidor.
Lo hace
con la contundencia de un púgil
curtido en la lona,
lo hace
con el olor a hospital
que reconoces tuyo
(es que nunca lo fue)
con esta ciudad
en la que hace tiempo que no vives, pero
te mueres un poco
cada día -mientras andas resignado,
quizás con macilenta mueca-
y piensas, ahora sí
soy mucho menos yo
y más
el que voy a ser.
Avisa en voz baja, sibilino,
cuando te anestesian el llanto y
la felicidad es entonces
una película de Wilder
a las dos de la madrugada,
un claro entre las nubes. Todas esas risas que habitan
en los hijos de otros.
Antes me decía
que era muy joven
para estar triste. Cierto es.
Pero como suele ocurrir
el tiempo ofrece razones
cuando ya es demasiado tarde.
(inédito)
Obra de Eddy Stevens |
FECHA EN ROJO
Despertar un octubre
como montón
de palabras tachadas,
intacto y sin roce.
Despertar
con la taxidermia
de un nombre
en la boca,
con el podrido alimento
de eternas distancias.
Con el coraje
del que carga fantasmas
sobre la espalda.
Despertar
con puño cerrado,
con mirada arrasada.
Con la esperanza
de que
esta vez
la lluvia
2 comentarios:
Hermoso
Ahora a leer el libro completo!!!
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