Ilustración de Gil Elvgren |
Necesito poesía.
Ya que no de la que entra sin sentir,
de aquella otra que con sangre entra
y que viene en la letra de los libros,
relegados, mirados con desdén,
cuando salir afuera, adonde fuera,
era abrir una puerta
para que la poesía disuelta por el mundo
en partículas tenues e invisibles
me llenara la casa de colores.
En ese tiempo yo encendía hogueras
Por ver brillar el fuego momentáneo,
por gozar de su luz y su color,
y acaso en una de ellas
quemara indiferente
los libros que ahora busco
en esta tarde rota, deshabitada, gris.
Me acuerdo de sus lomos cenicientos,
nunca los puse en orden,
eran muchos, ¡qué agobio!
Se caían al suelo algunas veces,
tratando de llamarme la atención,
llamaban pertinaces,
como cuando nos ronda
la idea de la muerte,
tropezaba con ellos
y no les hacía caso.
Los libros de poesía que perdí
ahora no los encuentro
en esta tarde rota.
Es su venganza.
(Salamanca, España, 1925-2000)
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7 comentarios:
así se incendian las vacías tardes
hermosa voz la de Gaite/ saludos emma
a Gaite la (re)conocí a través de Fusa, ella me guió sin saberlo hacia ella. Linda, muy linda Gaite.
Gracias ÇÇ
maravilla.
me encanta!!
gracias (como siempre) por compartir estas maravillas!!
Extraño cada libro, de poesía y no, que regalé, perdí, rompí, tiré o no recuerdo donde guardé.
Y extraño la inmensa biblioteca que aún no tengo.
Gracias David
Gracias una chica de ojos marrones
A pesar de saber que es el mejor regalo que puedo recibir, los libros son tan personales como la elección de un perfume. Y una vez que los leí, siento que ya está cumplida la misión. A veces hasta necesito andar más liviana y me saco los libros de encima, pero (yo) estoy loquita Maia...
un abrazo
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