Fotografía de Alex Mazurov |
Salgo al gran viaje cada cierto número de años.
Me voy llevándome un nombre
y una parte en él se humilla,
irremediable.
Me voy en huestes
y en oscuros rebaños;
lo hago para poder hablar de ti
lo hago para no hablarte.
Salgo al gran viaje.
Me muevo en tu joven raíz
Y en tu amada marcha.
Viajo para poner un poco de la ruta en mí,
un poco de la ruta en ti.
Salgo en esta ceremonia
y lo hago para creer en ti,
y lo hago para que vuelvas a creer en algo
Me muevo porque existe una cosa incomunicable
y porque he visto cuánto amas las cosas que regresan.
Andrea Cote Botero
(Barrancabermeja, Santander, Colombia, 1981)
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5 comentarios:
Este lo conocía, me alegra donde lo reencuentro. Gracias Emma.
Yo no lo sé, pero sólo puedo imaginar a las huestes en la espesura.
Hermoso poema.
Precioso. Es triste que así sea tantas veces, eso de vivir yéndose (nos).
uffff...precioso.
Un beso
El reencuentro es el verdadero encuentro.
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