11 de marzo de 2013

Alejandra Baldovin, 2 poemas 2


Fotografía de Alina Lebedeva

Cuando salís al pasillo
te sentás en la escalera
a fumar
porque en la oficina
está prohibido.
Cuando la luz automática se apaga
y no te levantás
a encenderla.
Si en ese momento estás solo
la vista se pierde
la cabeza se dispara
y la pared amarilla y sucia
no sólo te devuelve manchas.
Mirás hacia arriba
cerrando los ojos
expulsando el humo
hasta agotar el aire
hacés fuerza
para que la brasa dure
y el cigarrillo no se apague
o por lo menos
para tener la suerte
de que en esos segundos detenidos
se te escapen las palabras
y caiga desmedido
algún poema.


Fotografía de Alex Prager


Hoy me sentaré
silenciosa en el cemento
a mirar
como me van dejando.





Alejandra Baldovin 
(Córdoba, Argentina, 1974)
de Giróscopo, Editorial La Creciente, Córdoba, 2004
en Cuaderno de poesía argentina, nº 18, Colección Alguien Llama
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5 comentarios:

Juan A. dijo...

Coñio.

EG dijo...

:)

vera eikon dijo...

Que crudo ese breve...Es un zapatillazo!! Abrazo

Carmela dijo...

Cualquier momento es bueno.Me encantó
Un beso, Emma

Javier López-Gomis dijo...

Au... el poema breve es brutal (pero me encanta).

el primero es un maravilloso testigo del nacimiento de un poema.

Besos!

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