SELF SERVICE
Iba sola y se servía un steak con papas fritas
una fruta quizás pan, y se sentaba junto a la pared
o la vidriera porque iba temprano o muy tarde.
Una mañana llegó con la multitud; su bandeja
tropezaba con gestos actitudes movimientos
y tal vez para huir de sí misma se sirvió nada
sentándose a contemplar sus árboles de Cluny.
Un camarero y la señorita de los tickets
la echaron entre las risas contenidas
de la gente que come comida sin árboles
que bebe sin otoño, que ama sin amor.
Hicieron bien.
Fotografía de Akif Hakan Celebi |
DESTINO DE POETA
Alguien tiene que mantener la soledad ardiente
que nos quema por dentro, que nos arroja al vacío;
alguien tiene que aventurarse a la angustia y dicha
de ser el que soporta y celebra el destino exigente
de las galaxias en formación, de una célula creciendo.
Alguien debe afrontar pasado presente y futuro
con la fortaleza de un párpado abierto y devorante
que nunca interrumpe su candoroso y sabio desvelo.
Alguien debe ser el ojo que escudriña y va inventando
imágenes a medida de alegría o grito, risa o llanto
que los demás ignoran o menosprecian por gratuitos.
Alguien debe sonreír a la tristeza y darle la mano
para hacer la ronda igual a aquella del patio de escuela
cuando sonaba la campana y nadie se negaba al juego.
Alguien tiene que habitar la casa de provincia que demolieron
o el conventillo en que crecimos y el progreso hizo barriada;
alguien debe mantener en alto y gozosamente lo desaparecido.
Y brindemos por este destino de criatura que renace
en cada pequeña o gran muerte, en cada claudicación ajena
y sin embargo prójima y amada por ser la que renuncia.
Y seamos los destinados al olvido aunque sea la memoria
de todos la que nos da una misión distinta en esta tierra
que se balancea continuamente entre el infierno y el paraíso.
(Inédito, Publicado en el Diario La Prensa, 24.09.89)
publicado en AUTORES DE CONCORDIA
s/d del autor de la fotografía |
ENAMORADOS
Ella tenía marcas de antiguo acné
él tenía veinticinco años
ella diez años más que él
él los ojos en ella
ella se iba de él
triste
él la regresaba sonriendo
ella le cedía la mano
la voz
él aprendía a acariciar
a ser escuchado
ella tenía un viejo acné tenaz
él una belleza insolente
se amaban
se amaban en París
creo eran los únicos
creo los he inventado
creo que existían
creo que se amaban.
Emma de Cartosio
(Concepción del Uruguay, Entre Ríos,
Argentina, 1928-2013)
POETA/ESCRITORA/ENSAYISTA/DOCENTE
para leer MÁS y MÁS
10 comentarios:
Este espacio me fascina desde hace mucho tiempo.
Besos.
El segundo es bárbaro. Y el tercero una delicadeza...
EL primer poema es muy original...
El segundo es brutalmente cierto, sincero.
Y el tercero es pura ternura, pura caricia.
A su manera, me han encantado los tres. Una vez más es un placer pasar por aquí y descubrir estas poesías.
Besos!
A mí, lo que me sorprende, es el año de nacimiento!!! y siento sus palabras como de una chica de mi edad (tipo 40) ;)
Chulos muy chulos!
Yo creo que existen, aunque no sea en París.
FANTÁSTICOS!!! (sobre todo dos y tres).
Ja! Me dio la misma sensación que avos, Miriam!!!!!!!!! (Bah, en realidad me pareció sorprendentemente contemporanea).
sin embargo al poema 1, lo leí en algún lugar hace mucho tiempo, no recuerdo dónde, pero cuando me volví a topar con él, me tiré de cabeza a buscar a la autora. Los enlaces son muy buenos. No dejen de leerla!
Abrazos de gol
Alfredo B., pienso que tu mensaje debe estar acá, espero que no te moleste...
"Los tres poemas de Emma de Cartosio son de una "modernidad" extraordinaria, aunque lo que los hace grandes es la hondura. Qué tristeza en la expresión del rostro de esa mujer en uno de los enlaces que incluyes"
Enorme Emma, sugiero "Tonticanciones para grillito" y "Criaturas sin muerte".
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