Fotografía de Peter Stanton, Pterophelia |
No soy dueña de nada
mucho menos podría serlo de alguien.
No deberías temer
cuando estrangulo tu sexo,
no pienso darte hijos ni anillos ni promesas.
Toda la tierra que tengo la llevo en los zapatos.
Mi casa es este cuerpo que parece una mujer,
no necesito más paredes y adentro tengo
mucho espacio:
ese desierto negro que tanto te asusta.
Je ne suis propriétaire de rien
et encore moins de quelqu’un.
Tu ne devrais pas avoir peur
quand j’étrangle ton sexe,
je ne pense pas te donner d’enfants
ni bagues ni promesses.
Toute la terre que j’ai tient sous mes chaussures.
Ma maison est ce corps qui semble une femme,
je n’ai pas besoin d’autres murs et à l’intérieur
j’ai beaucoup d’espace :
ce désert noir qui te fait tellement peur.
(Versión en francés extraída de acá)
Miriam Reyes (Orense, España, 1974)
de Bella durmiente, Hiperión ediciones, 2004
16 comentarios:
Y vamos con ese miedo que traemos del pasado, que se va encogiendo según el amor nos expande.
Los incendios no tienen dueño.
Hermosa foto.
Esta poeta dice cosas exquisitas como zarpazos...cosas que "no se pueden decir"...
La osadía, la independencia, la pasión, la violenta belleza...
Compartimos gustos y sensibilidades :-)
Un abrazo,
X
Otra contradicción: Nos asusta que alguien pueda llegar a poseernos y, sin embargo, buscamos poseer, como animales hambrientos.
Besoooo
uhm, me ha gustado.
Una declaración preciosa sobre el tamaño de nuestra pobreza. Toda la tierra en los zapatos y la que después nos cubrirá.
Nena basta de hacerme llorar...
Nada menos, nada más.
Pues yo siento que esta mujer es dueña de todo; es dueña de sí misma, no hay posesión más preciada.
Beso !
alucinante! moviliza mi mujer independiente y rebelde.
(y "reyes-reyes" :-))
Yo de la única tierra que soy propietaria es de la de mis macetas. Y de desiertos tengo la cabeza llena.
besos, feliz día
Ufff ¡¡Cuanto dice!!
si, dice tanto...que no tengo comentario alguno
Y muy pocas mujeres, con vehemencia, pueden decir las cosas de esta manera. A muchas, inluso, les cuesta reconocérselo a sí mismas.
No la conocía... me ha encantado el texto: la sencillez y lo que puede acontecer.
Bellísimo. ¡Gracias por compartir! Un beso desde Uruguay.
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