29 de septiembre de 2012

Erica Jong, Alcestis en el circuito poético

(*) Fotografía de Akif  Hakan Celebi


ALCESTIS EN EL CIRCUITO POÉTICO

(In memóriam Marina Tsvetayeva, 
Anna Wickham, Sylvia Plath, 
la hermana de Shakespeare, etc., etc.)


La mejor esclava
no necesita que le peguen.
Se pega a sí misma.

Y no con un látigo de cuero,
ni con un palo o con ramas,
ni con un mazo
o una porra, sino con el delicado látigo
de su propia lengua 
y los sutiles golpes 
de su mente.

¿Quién puede odiar su mitad tanto 
como ella se odia a si misma? 
¿Y quién puede igualar la finura 
de su propio maltrato?

Para esto se requieren
años de entrenamiento.
Veinte años
de sutil autoindulgencia,
de perdonarse a una misma;
hasta la sometida
se considera una reina

y sin embargo mendiga, 
las dos cosas al tiempo. 
Debe dudar de sí misma 
en todo excepto el amor.

Debe elegir apasionada
y malamente.
Debe sentirse como un perro perdido
sin su amo.

Debe referir todas las cuestiones morales
a su espejo.
Debe enamorarse de un cosaco
o un poeta.

Nunca debe salir de casa
a menos que lleve una capa de pintura.
Debe llevar zapatos estrechos
para que recuerde su esclavitud.
Nunca debe olvidar
que está enraizada al suelo.

Aunque aprenda deprisa
y sea supuestamente lista,
su duda natural con respecto a sí misma
la hace tan débil
que cuenta brillantemente
con una docena de talentos
y así embellece
pero no cambia
nuestra vida.

Si es artista
y se acerca a lo genial,
el propio hecho de su don
le produciría tal dolor
que se llevaría su propia vida
antes que lo mejor de nosotras.
Y después de que muera, lloraremos
y la haremos santa.

ALCESTIS ON THE POETRY CIRCUIT

(In Memoriam Marina Tsvetayeva,
Anna Wickham, Sylvia Plath,
Shakespeare¹s sister, etc., etc.)

The best slave
does not need to be beaten.
She beats herself.

Not with a leather whip,
or with stick or twigs,
not with a blackjack
or a billyclub,
but with the fine whip
of her own tongue
& the subtle beating
of her mind
against her mind.

For who can hate her half so well
as she hates herself?
& who can match the finesse
of her self-abuse?

Years of training
are required for this.
Twenty years
of subtle self-indulgence,
self-denial;
until the subject
thinks herself a queen
& yet a beggar --
both at the same time.
She must doubt herself
in everything but love.

She must choose passionately
& badly.
She must feel lost as a dog
without her master.
She must refer all moral questions
to her mirror.
She must fall in love with a cossack
or a poet.

She must never go out of the house
unless veiled in paint.
She must wear tight shoes
so she always remembers her bondage.
She must never forget
she is rooted in the ground.

Though she is quick to learn
& admittedly clever,
her natural doubt of herself
should make her so weak
that she dabbles brilliantly
in half a dozen talents
& thus embellishes
but does not change
our life.

If she's an artist
& comes close to genius,
the very fact of her gift
should cause her such pain
that she will take her own life
rather than best us.

& after she dies, we will cry
&  make her a saint.



Erica Mann Jong 
(Nueva York, EE.UU., 1942)
de Miedo a los cincuenta, Santillana, S. A. (Alfaguara), Madrid, 1995
Traducción de Mariano Antolín Rato
para leer MÁS

7 comentarios:

çç dijo...

..a punto de cuajarse en una sustancia indefinida, antes de que ningún Hércules aprenda el braille del maltrato, derramarse es su redención

saludos emma

José Antonio Fernández dijo...

Todavía existen mujeres así???

Antonio dijo...

¡viva emma!

Maria Carmen Martinez Molina dijo...

Me ha gustado tanto que lo he compartido, me han sorprendido tanto las fotos como el poema.
No leo mucha poesía y menos actual así que soy novata en estos temas sin embargo no había leído nada similar, me ha revulsionado.

Mariela Laudecina dijo...

Cachetazo.

Leo Mercado dijo...

Lengüetazo.

Mariela Laudecina dijo...

Primero cachetazo. Canté primero.

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