PEDÍ UNA COSA
Pedí una cosa
Pedí una cosa
profunda seriedad
-lo que fue la muerte de muchos-.
Pero pedí todavía una cosa más,
una que sólo se les concede a los fuertes:
el mutismo del corazón.
de Moln, 1922
EL TRIUNFO
El triunfo, el triunfo no tiene voz ninguna,
ningún frenético clamor de júbilo.
¿Existen caminos tan sencillos y llanos
bajo esa luz tan sobriamente austera?
El triunfo, el triunfo no tiene color alguno.
Frente a su mirada, la opulencia parece lastimosa.
Sereno y pálido en su pálida aureola
se aleja, silencioso, de la mentira y el estrépito.
El triunfo, el triunfo, es raras veces visto,
pasa de largo, como un espíritu en visita.
Bienaventurado aquel a quien su claro espectro
espera con luces en la fiesta de la muerte.
4 comentarios:
Una gran poeta. Tus poemas seleccionados siempre me parecen geniales.
Te dejo un abrazo grande, Emma
Ana
mortal (mucho)
Ana, estuve leyendo todo lo que encontré en castellano y sí, es MUY buena...y vivió tan poco tiempo!
Gracias por lo que decís, mil gracias.
BESOS
Es super delicada no te parece Leo?
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