2 de junio de 2012

Teresa Calderón, Celos que matan, pero no tanto


Ilustración de Yelena Bryksenkova


CELOS QUE MATAN, PERO NO TANTO

“Hombres de mala ley, animales de mierda
que nos son capaces de hacer nada que no sean desgracias”.

García Márquez

1

Ya había visto sus ojos en los tuyos
que no me miran que se mueren por verla.


2

Era un desliz definitivo.
Desde un bolsillo de secretos
un nombre de mujer
tu letra un número
la prueba final en la estructura mítica del héroe
-consultar Villegas, Juan- desde el bolsillo
esa mujer
ese cuerpo de tus delitos.


3

Mañana marcaré ese número. 
Repetiré la operación hasta dar con esa palomita. 
Pienso decirle menos cosas de las que pienso.
Pero a ti, te lo advierto
nos encontraremos los tres y sean cuales fueren los resultados
te lo prometo
aquí va a haber un muerto
habrás un muerto en la familia
querido mío.


4

Como ves
o como no ves

estoy
pendiente de ti.

Estoy 
el colmo de ti.


5

He aguzado el olfato
para husmearla mejor en tus camisas
en los jardines de tu pecho.
Si captaras la sutileza de mi oído
qué magnífico espectáculo
pegado a las puertas
el ojo a las cerraduras
como el náufrago a su tabla 
y todo el océano para él solo.


6

Todos mis sentidos alerta pueden reconocerte 
a una distancia de metros 
bajo una niebla de película
en pleno centro de Santiago
a las doce del día en medio de la gente, animal.
todos mis sentidos alerta.
Dije todos menos el sentido del humor.


7

Cuídate de mí, maldito, porque te amo.


8

Más vale que te cuides.
Tú sabes una caída en la ducha
esas son caídas fatales me entiendes
un remedio de más o equivocado te fijas
un accidente casero cualquiera tiene en la vida 
arreglabas un enchufe y ¡oh, sorpresa, Fiat Lux! me comprendes
o el cuchillo de cocina guardado adentro de la cama
o el gas lento pero seguro no olvidemos.
Por eso, cuídate mejor que te encuentre confesado
oleado sacramentado y todo si te descubro amadísimo héroe.


9

Te acaricio te araño con táctica felina
porque estás mintiéndome
porque te juro lo sé todo 
aunque no digas ni pío.


10

Tardaría la noche entera enumerando
los espantos que te haría
si se confirman mis según tu miserable opinión–
infundadas sospechas.
No tienes idea la de horrores que soy capaz
mi vida
la infinidad de maleficios que prepararía en la cocina
hasta dar con esa pócima
que te pusiera fuera de combate. 


11

En esta guerra sangrienta
las matemáticas están claramente de tu parte
yo soy una y una no es ninguna.
Ante una ventaja así no cabría más
que deponer esas armas con las que no cuento
y saludarlos con mis mejores deseos:
que sean tremendamente infelices que se pudran.
Quiero que reciban periódicamente
a la cigüeña cargada de imbunches
que no falten al himeneo las reinas de la muerte,
las parcas de infalibles tijeras
¡Oh, Mnémesis
diosa fantástica de la venganza!




Teresa Calderón 
(La Serena, Chile, 1955)
de Género Femenino, Editorial Planeta, Santiago de Chile, 1989
para leer MÁS
su BLOG

10 comentarios:

Beatrice dijo...

¡Genial!

Darío dijo...

Ja! Que bueno! Me encantó de a de veras...

Isabel dijo...

Defender lo que "nos pertenece" a cualquier precio. El amor es rabia tambien, el amor esta a un pasito del odio, es verdad.

arati dijo...

Un gran libro de desamor

Anónimo dijo...

EL ATAUD
La aceptación de uno mismo es la esencia del problema moral y el epítome de cualquier
comprensión global de la vida. Dar de comer a los hambrientos, perdonar los agravios y
amar a nuestros enemigos en nombre de Cristo son, sin duda, grandes virtudes. Lo que hago
al último de mis hermanos se lo hago también a Cristo. Pero ¿qué sucede cuando descubro
que el más insignificante de todos ellos, el más miserable de los mendigos, el más procaz de
los pecadores, el verdadero enemigo, se hallan en mi interior y que soy yo mismo quien
necesita de la limosna de mi propia amistad, que yo soy el enemigo que debe ser amado?
C. G. Jung, Modern Man in Search of a Soul, (Londres: Harcourt Brace Jovanovich, 1955), pp. 271-2.

Teresa Calderón dijo...

Muchas gracias por incluir mi poema en tu blog.
Te mando todo mi cariño
Teresa Calderón

therese bovary dijo...

Gracias

Anónimo dijo...

Emocionada!!!

EG dijo...

Gracias Teresa!
Quisiera ser original al saludar y agradecer a una poeta y lo único que se me ocurre es seguir leyendo, y contagiar este amor por la POESÍA, que todos los días trato de dilucidar porqué me atrapa tanto.

Un abrazo!

vera eikon dijo...

Muy buen enfoque del tema de los celos...

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