Fotografía de Monika Zborowska |
La cosa no está mal
pero encuentro
cada día
escandalosas señales de alarma
por primera vez sonrío
con piropos callejeros
miro emocionada al amante
que me besa la barriga
y ya no busco respuesta para todo
sólo cambio las preguntas
duele menos, pruébalo
no es que esté mal
no es eso
pero ya nunca haré
un bonito cadáver
(de La hembra te da permiso, Editorial Baile del Sol, 2010)
(de La hembra te da permiso, Editorial Baile del Sol, 2010)
En mi primer día
en mi primer día
del trabajo nuevo
me han colgado un puñado de llaves del cuello
y me han dejado sola
tengo encerradas a seis mujeres
a sus hijas y a sus hijos
no es una cárcel
sólo cuido de que sus amantes
no las quieran demasiado
(de El Tejedor en… Madrid, L.U.P.I, 2010)
Tengo una cita
mis hijas me suplican
que me compre bragas nuevas
y que lleve en la boca
un chicle de menta
el famoso chicle del primer beso
a regañadientes rebusco en el armario
entre un montón de cadáveres
algo que no desentone mucho
con esta mujer de canas y de arrugas
en la que me he convertido
tengo una cita
él me manda montones de mensajes
y yo sólo pienso que no quiero ir
todos mis pintalabios están caducados
(de La hembra te da permiso, Editorial Baile del Sol, 2010)
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8 comentarios:
Habría que romper contra el suelo al último poema. Y ver qué resulta...
me han gustado bastante los tres
La vida comienza a caducar cuando una comprende que tiene un puñado de llaves colgado del cuello (debería pintarme los labios más seguido).
Leo! no te gustó el último poema?
Mada rompe con las estructuras de "estilo", no? pero a mí me gusssstaaa!
Trapecista, si Ud. me dice que le han gustado...estoy contenta!
En serio...!
beso
U R G E N T E necesito invertir en una buena pintura de labios y dejar de usar los brillitos de mi hija :)
NOOOOOOO!!!!! Me encantó!!!!! Lo que digo es que, a veces, uno llega al borde del poema, y el borde es un principio; y uno tiene la certeza de que podría arrojarlo al azar (contra el suelo, como en este caso), y éste recomenzaría.
Qué distintos estos tres poemas. Pero el último es un destino, y te deja pensando. Yo también soy de brillitos. Aun el otro día me comentaba mi amiga Bego como no me pintaba los labios de esos rojos intensos que se llevan tanto ahora, que con mi piel blanquita me quedaría bien. Y la verdad es que como que hay un pudor tonto en mí, es como si esos labios así pintados fueran el summum de la feminidad, y los brillos es como si nos mantuvieran en la adolescencia. Quizás sea el momento de comenzar a asumirse mujeres y féminas...bicos(con mucho rojo. Ay, el beso sigue siendo la mejor manera de darle color a los labios... )
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