(*) Ilustraciones de Leticia Vera |
En el bar,
imito a los hombres
fumando largas caladas
de cigarrillo.
Todos gritan
por una pequeña pelota,
por unos tipos
que corren por la hierba
en vez de tumbarse en ella,
en vez de olerla.
Manejo mi caña fría
sin delicadeza,
y miro hacia el suelo
con un cierto gesto huraño,
como si mi mujer
me estuviera esperando
en bata,
acumulando soledades,
como si beber, fumar
y mirar la pantalla,
como otros tantos,
hiciera posible olvidar
mi miserable vida.
Me levanto de la silla negra,
y todos esos hombres me miran.
Nunca a los ojos.
(Toledo, España, 1982)
(*) Ilustraciones de Leticia Vera |
3 comentarios:
Muy bueno. Una demostración de que todo es cuestión de perspectivas. Las que tú adoptas y las que otros adoptan sobre ti. Demoledor el final. Gracias, Emma, por traerlo. Saludos.
La imitación como juego, la imitación como evasión o incluso como transpersonalización. Sin embargo lo que uno lleva o pretende hacer desde dentro los otros lo interpretan a su manera. Muy bueno.
Menos mal que tenemos el fútbol para todos, nosotros, ahora...
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