Fotografía de Helen Warner |
SORTILEGIO
Espejos de las paredes,
archivos de todos los recuerdos,
por el poder de mi magia
que a mis ojos se abran, ¡Ordeno!
Que la luz que se han tragado
vomiten ahora sobre mi cuerpo
y traigan con ella mezclados
sus olores,
el roce de sus cabellos,
el sonido de su risa,
su barba a medio afeitar,
su cuello.
Esas mañanas guardadas
en sus almas de reflejos.
Espejos de las paredes
que me obedezcan, ¡ordeno!
Por el poder de mi magia,
y porque sin su amor me muero,
que me devuelvan su imagen
es ahora mi deseo
Aída Elena Párraga
(San Salvador, El Salvador, 1966)
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4 comentarios:
Y otras veces esos espejos nos devuelven esa imagen cuando ya no la buscamos....Pero no sé, creo que me encantan las mujeres que intentan sortilegios, sobre todo sortilegios de palabras. Me dejan embobada y aullando...Bicos
Yo sé Loba! Que te gustan los sortilegios y los pases mágicos! Estaba esperando que tu "alter ego" apareciera por acá! abrazo
Como lunática que soy voy y vengo como las mareas, pero cuando oigo la palabra sortilegio me sustraigo momentáneamente al influjo de la luna y me torno en presencia. Hay palabras que provocan mareas, ¿no crees, querida??? Biquiños
Buenísimo este sortilegio, Emma.
Y es que el amor nos hace realizar lo que sea con tal de volver a degustarlo.
Es como una adicción
Un abrazo
Ana
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