22 de noviembre de 2011

Giovanna Pollarolo Giglio, Las dos de la tarde


Fotografía de Camil Tulcan

LAS DOS DE LA TARDE

Preparo café. Lo sirvo.
En mi cuarto, la taza de café sobre la mesa de noche
Mi cama, mi almohada
Dispongo mi placer de cada día
      una novela
      mi café
      la cama
      un cigarro

Como si hiciera el amor en un hotel
con un extraño
cada tarde.
Como si lo amara.

Busco la novela, ansiosa. Tiene que hacerme olvidar, tiene que 
llevarme a otro lado ¿dónde quiero estar? ¿con quién?

Un hombre solo viaja por una carretera de Montana recoge a una 
mujer y hablan de sus vidas solas.
En un bar de Rock Springs, un hombre de 34 años conoce a una 
alcohólica de 40.
Madame Bovary se adorna para encontrarse con Rodolphe.
Charles llora, no dice, no sabe.
Ana ama a Vronsky, la matará la culpa después del gozo imposible.

Mi mano tropieza con la taza
el café caliente se derrama sobre la alfombra
mis piernas, la cama
los libros
Y empiezo a llorar
por el hombre solo y la mujer sola
por la alcohólica del bar
por Charles, por Ana, por mí.

Miro la taza vacía
El café derramado sobre mis piernas
      la alfombra.
      la cama.
      los libros.




Giovanna Pollarolo Giglio 
(Tacna, Perú, 1952)
POETA/EDITORA/DOCENTE
de La ceremonia del adiós, Peisa Editorial, 1997
en Entre mujeres solas, Poesía reunida, Editorial Santillana, 2013
para leer MÁS




15 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno...te perdonamos lo de la fotografía.
:)
Me ha encantado la entrada. Hace un cafecito?

Saludos!

EG dijo...

Café/Té/Mate...lo que guste señorita!

Noelia Palma dijo...

uy
qué genialidad, decirlo así, como al pasar, con ese tono que tiene... la voy a investigar más, el otro día ya habías dejado algo suyo!

EG dijo...

Te va a gustar Noe!

Carmela dijo...

Me gusta esa manera de contar.
Besos Emma

Darío dijo...

Eso es lo que te hacen los libros, ves?

Unknown dijo...

A mi me supo a soledad, no se por qué.

Abrazos.

EG dijo...

A mí también Halcón, por supuestísimo!!!

Errata y errata dijo...

Dispongo mis placeres exactamente en ese mismo orden: una novela, mi café, la cama y un cigarrillo. Y recién después el hacer el amor en un hotel con un extraño. En la novela de una vida que no es la mía, claro.

José Antonio Fernández dijo...

El café, siempre, con una onza de chocolate negro.
Buen poema, Emma.

Giovanni-Collazos dijo...

Una de las mejores poetas peruanas en la actualidad...

Gracias.

Beso.

Gio.

Axis dijo...

Ah! sos una dulce, jajaj, por esta vez te la dejamos pasar!!
En cuanto al poema, él no me lo ha dejado pasar, y su final mucho menos. Ya por hoy lloré suficiente.

Besos hermosa!

Aka dijo...

Café y libros, soledad magnificada por las vidas ajenas. Que lectura más agradable la del poema, me gusta mucho, es muy narrativo...

besos Emma

Isabel dijo...

Me gustño mucho!! me sentí identificada con lo de mi cama, los libros,una novela y cuando dice: "...Busco la novela, ansiosa. Tiene que hacerme olvidar, tiene que llevarme a otro lado ¿dónde quiero estar? ¿con quién?"

GENIAL

Beso!

Laiseca Estévez dijo...

Te mete en la película...
y no esta nada mal, prodría ser la nuestra, o quizá otra mejor...
abrazo

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