Fotografía de Tim Miledeo |
A LA CASA EN VENTA
A mis hijos
Te vendimos.
Como se vende un pan.
Como a una esclava en un mercado antiguo.
Y hubo algún vendedor
con barbas de saber bien lo que hacía:
señalaba la blancura de tus muros,
manoseaba tus árboles perplejos.
Pude tasar la infancia de mis hijos,
las lluvias y las siestas de veinte años,
las caricias de Negro, de aquel perro
que se quedó dormido entre mis brazos.
Y cómo pude ver que, terminada
la ceremonia oscura de la entrega,
otra cara, otra voz, otra mirada
hacia un no sé y un nunca te llevaba
entre el rumor creciente de la feria.
Yo debí pasar hambre hasta quedarme
con todo el corazón a la intemperie,
antes que ver hollados los recuerdos
por pisadas ajenas.
Hoy buscaré un mercado, uno cualquiera,
para vender mis culpas.
Y mi pena.
FOTOGRAFÍAS
El brazo más allá,
córrase un poco que no puedo enfocarlos,
no se muevan,
tengan la valentía de no cerrar los ojos.
Sonrían por favor.
Será el futuro
el que mire extasiado
cómo dispersa el tiempo
-con un estruendo de cristales rotos-
las canciones de cuna,
las señales,
las palabras de amor,
los ínfimos vestigios.
Yo quiero todo lo que se ocultaba
al ojo de la Canon ,
y que no perduró en la cartulina
ni en el color teatral de los vestidos.
FOTOGRAFIE
Il braccio più in là
stringetevi un po’ che non posso mettervi a fuoco,
non muovetevi
abbiate il coraggio di non chiudere gli occhi.
Sorridete per favore.
Sarà il futuro
che guarderà estasiato
come disperde il tempo
-con il fracasso di vetri rotti-
le ninna nanna,
i segnali
le parole d’amore,
le infime vestigia
Io voglio tutto quello che si nascondeva
all’occhio della Canon
e che non è rimasto sulla carta
né nel colore teatrale dei vestiti.
QUÉ IMPORTA
Qué importa que la muerte me espere en una esquina
como en alguna cita querida y postergada,
y no importa esta larga fatiga que calcina,
ni los últimos vuelos ni algún ala quebrada.
Qué importa la moneda de cobre cotidiana
que nos da de limosna, un dios también mendigo,
si a veces cuando vamos subiendo la mañana,
nos saluda de lejos la mano de un amigo.
Si todavía me asombra la lluvia amanecida,
si los ojos del perro me devuelven confianza
en el disfraz absurdo que me miente la vida.
No importa que anochezca si el amor es mi centro,
si del amor me nazco, por el amor escribo
desde el amor existo y en el amor me encuentro.
Vivió en Argentina desde los 5 años
de Poemas (1960-1992) Obras Completas, Editorial Don Bosco
4 comentarios:
No importa que anochezca si el amor es mi centro,
si del amor me nazco, por el amor escribo
desde el amor existo y en el amor me encuentro.
No importa!! Me gustó este, pero no es de extrañar. Besos. Sigo "siguiéndote".
Laurel, viste que bonito? por supuesto que es el que mas me llegó.
Cuando leí tu correo ya no estabas. Estoy. Un abrazo!
Que lindo escribe esta mujer! no la conocía; el primero y el segundo son los que mas me gustaron, el primero me dio mucha nostalgia es como que me lo imagino y todo.
De el segundo saco la última estrofa como la mejor: "Yo quiero todo lo que se ocultaba al ojo de la Canon,
y que no perduró en la cartulina
ni en el color teatral de los vestidos."
HERMOSO!
Ayer estuve buscando en tu blog a Ester, porque la he leído hace unos días atrás y no recuerdo dónde! Estaba segura que había sido en Minimum!
Pero no la pude encontrar...
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