Fotografía de Anka Zhuravleva |
PERSPECTIVA
Se cruzaron como dos desconocidos,
sin gestos ni palabras,
ella de camino a la tienda
él de camino hacia el coche.
Quizá entre la consternación,
o el desconcierto,
o la inadvertencia,
de que por un breve instante
se amaron para siempre.
No hay sin embargo garantía
de que fueran ellos.
Quizá de lejos sí,
pero de cerca en absoluto.
Los vi desde la ventana,
y quien mira desde arriba
se equivoca con mayor facilidad.
Ella desapareció tras una puerta de cristal,
él subió al coche
y arrancó rápidamente.
Así que no pasó nada
ni siquiera si pasó.
Y yo sólo por un momento
segura de lo que vi,
intento ahora en un poema casual
convenceros a Vosotros, Lectores,
de que aquello fue triste.
de Dos puntos, Ediciones Igitur
8 comentarios:
y seguramente fue triste, muy triste...
como el domingo y su frío
abrazo muchacha, y gracias
Ja! El final es hermoso, aunque un domingo por la tarde, claro, te tira abajo todas las estanterías del amorrrrrrrrrrrrrrrrrr...
domingo, 2º, replanteos... amoor??? qué será eso?
"Por un instante se amaron para siempre" A pesar de la paradoja que puede encerrar la frase, creo que es así. Bellísimo poema. Me encantaría que esos instantes de amor para siempre fuesen como unos versos a los que uno siempre puede regresar. Lamentablemente no es así. Beso, Emma
No hay sin embargo garantía
de que fueran ellos...
Sin duda un silencio encerrado entre cristales, Wislawa es lo mejor, para terminar un domingo desangrado...
besos emma.
No hay poema feo de Wislawa...
Precioso...
Beso grandoteee!!
Y quizá por unos segundos alguien quiso creer en algo, por unos segundos imaginó una ocasión, un encuentro inesperado, una loca idea...
Y ya me creo yo que fue triste!
Besos Emma.
Siempre me descubres algo nuevo, ahora la fotógrafa Anka Zhuravleva,
gracias Emma
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