Fotografía de Zosia Zija |
TERCERA PLANTA
Baja a mi habitación.
Estuve pensando en ti.
Y estuve a punto de seducirme a mí mismo
Leonard Cohen
Sube a mi habitación, amor,
sabes que allí está la verdad.
Una mujer y un hombre
que comparten mucho más
que el miedo a la muerte.
Sube a mi habitación, amor,
no sea que la muerte se acerque
y nos coja
rezándole a otro Dios.
Un hombre encuentra
a una mujer desnuda
sobre la cama.
Ven aquí, amor,
vamos a matarnos de mentira.
6 comentarios:
Oh...me encanta. Eso de matarse de mentira, sólo privilegio de los locos-soñadores o de los locos-enamorados. A veces esos dos tipos de locos confluyen en una misma persona (o en las mismas dos personas...)
¿Sabes que eres una romántica, Emma?
Besos locos
Then we take Berlin..
Buen texto.
Beso
Matarse de mentira, porque la muerte, de todas formas nos llevará.
Ahora, que preferimos que la muerte verdadera nos encuentre matándonos de mentira.
Este poema es solo para románticos...
Efectivamente es así Raúl, han comentado acá los más románticos de los lectores!!! :)
Vera, una empedernida romántica...
Angel, lo voy descubriendo a medida que escribe, y sí, lo es...
Curiyú!!! ni que hablar! CLARO QUE SÍ
Y vos...no hay ninguna duda!
Es agradable leer poemas como este, no hay nada más erótico como la conjunción de la muerte con una muerte amando.
Enhorabuena, Eva
Gracias, Emma por subirlo, con tu permiso lo comparto en google+
Un abrazo a las dos
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