Fotografía de Lina Scheynius |
FÁBULA DE DOMINGO
El domingo no existe.
Todos saben por qué
pero no lo evitaron
y el domingo recogió sus pertenencias
toda su ropa limpia de cada tendedero
el brillo en los vitrales de cada mediopunto.
No llora su muchacha porque no tiene llanto
porque ya se ha secado
de tanto acariciarlo y que no exista.
Él que siempre fue un marido regresando
para sembrar un poco de calma sobre el pecho
él que fue siempre
al fin de la semana
el respiro profundo para empezar de nuevo.
Ahora se fue el domingo
el planeta es una cruz que se desploma
y se ha quedado viuda su muchacha sin llanto.
ANTESALA DEL MIEDO
Supe de la neblina
y salí al mundo.
El miedo era un planeta extraño
verte venir desde la acera opuesta
toda tu luz burlando el mediodía.
Yo que apuré el asfalto
todo el viento del mundo reteniéndome.
De qué sirve el amor
qué extraña esencia nutre su llegada
para que se convierta en una espera
en una melodía.
Calle para mis pasos
y el mar que desemboca a la vuelta de tus ojos
como el deseo de ser mar
encrucijada.
Qué luz viene de ti que me enceguece.
No puedo darte la felicidad sino su anverso.
Voy a decir amor trazo de sombra y no te marches.
El miedo es un planeta absurdo y cierto.
(Santiago de Cuba, Cuba, 1964)
3 comentarios:
Muy bonito
Besos
A veces el domingo es sinónimo de agonía
Solamente muero los domingos .... y los lunes ya me siento bien.
(Charly dixit).
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