De todos los extranjeros fue el primero en llegar
Tres mil kilómetros de océano hasta tu cama
guiado por el hilo de tu voz que repetía:
esta vez llegaste a tiempo.
No había nada en su vida más urgente que la tuya.
Frente al cristal dice que quiere guardar el periódico de hoy
como ya hizo con su padre.
El día que tú moriste murieron todas las flores
la bolsa subió se consiguieron importantes avances en seguridad marítima]
un coche entra a toda velocidad en una finca
y mata a cuatro personas que tomaban café en la terraza.
Si la vida es el cuerpo
(esa cápsula tan frágil)
tuviste fortuna
tu vida se extendió hasta los hijos de tus nietos.
No lo siento por ti lo siento
por nosotros:
alguien que nos amaba ha muerto.
Ahora estás con todos
quien te quiera tener te tendrá como nunca
sin necesidad de discutir
dónde dormirás esta noche con quién pasarás el próximo verano.
Pero fuera no estás: la ciudad vacía la casa devuelta
la familia un montón de extraños unidos apenas por un amor
que les diste y todavía conservan.
Sin tu tronco quedamos
ramas por el suelo
leña para el fuego.
Miriam Reyes (Orense, España, 1974)
de Desalojos, Hiperión ediciones, 2008
para leer MÁS
su WEB
5 comentarios:
El segundo poema me ha llegado. siempre he sido muy propenso a sentir ese tipo de temática.
Leña para el fuego...
Pues eso.
Si, yo también soy propensa a sentir, a hablar, a pensar, a discutir este tema...y quedé así :)
La pérdida es eso, cuando alguien deja de estar fuera de nosotros mismos...Me quedo con los tres últimos versos. Y tus fotos me encantan, tan distintas. Una es la luz, el esplendor, la vida. Y la segunda el gris marmóreo de cuando la piedra se viste de lluvia
Abrazos
Me encanta el segundo poema. Es tan verdadero.
Un beso
en mi familia somos ramas por el suelo desde que no está mi padre, debemos volver a acomodarnos...
Publicar un comentario