Fotografía de Emma Gunst |
DAME TU HORA PERDIDA
De tu existencia múltiple dame la hora perdida.
cuando vacío de todo, no sientas ni la vida.
Cuando te encuentres solo, tan lejos de ti mismo
que te pese la mera conciencia del mutismo.
Cuando estés tan distante del farsante murmullo
que deshagas la fórmula de tu arrogante orgullo.
Entonces, ya vacío de todo, con tu nada
acércate a mi senda y espera mi llegada.
Yo te daré la nota más cierta de mi vida.
Tú me darás la nada de tu hora perdida.
Yo te daré inquietudes, sentidas emociones
que turben tu vacío y broten en canciones.
Tú me darás la nada de la inmortal mentira
de eternizar las cosas en su inmortal mentira.
Yo te daré verdades de todo lo tangible
para pesar la nada de tu vida insensible.
Y así, tú te darás en mí como si fuera
mi vida un aletazo de la ida primavera.
Que nunca ha sido, y siempre se extiende en nuestras almas.
como verdad de nada, igual que las no almas.
Y yo me daré en ti como futuro incierto..
de tiempos que no han sido, y canción que no ha muerto.
Y alzaremos en ritmo vibrante y alocado.
la sublime mentira de habernos encontrado.
Yo.. en la nada insensible de tu hora perdida.
y tú en la también nada de mi frívola vida.
B O N U S T R A C K
CANCIÓN HACIA ADENTRO
¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Hay un sólo trino entre tu amor y mi alma.
Mis dos ojos navegan
el mismo azul sin fin donde tú danzas.
Tu arco-iris de sueños en mí tiene
siempre pradera abierta entre montañas.
Una vez se perdieron mis sollozos,
y los hallé, abrigados, en tus lágrimas.
¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Un ruiseñor nos tiene en su garganta.
Los ríos que me traje de mis riscos,
desembocan tan sólo por tus playas.
Hay confusión de vuelos en el aire.
¡El viento que nos lleva en sus sandalias!
¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Mientras menos me pienses, más me amas.
de El mar y tú, Ediciones Huracán, 1981
YO MISMA FUI MI RUTA
Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes,
y mis pies planos sobre la tierra promisoria
no resistían caminar hacia atrás,
y seguían adelante, adelante,
burlando las cenizas para alcanzar el beso
de los senderos nuevos.
A cada paso adelantado en mi ruta hacia el frente
rasgaba mis espaldas el aleteo desesperado
de los troncos viejos.
Pero la rama estaba desprendida para siempre,
y a cada nuevo azote la mirada mía
se separaba más y más y más de los lejanos
horizontes aprendidos:
y mi rostro iba tomando la expresión que le venía de adentro,
la expresión definida que asomaba un sentimiento
de liberación íntima;
un sentimiento que surgía
del equilibrio sostenido entre mi vida
y la verdad del beso de los senderos nuevos.
Ya definido mi rumbo en el presente,
me sentí brote de todos los suelos de la tierra,
de los suelos sin historia,
de los suelos sin porvenir,
del suelo siempre suelo sin orillas
de todos los hombres y de todas las épocas.
Y fui toda en mí como fue en mí la vida…
Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes;
cuando ya los heraldos me anunciaban
en el regio desfile de los troncos viejos,
se me torció el deseo de seguir a los hombres,
y el homenaje se quedó esperándome.
6 comentarios:
No es la clase de entrega que me gusta pero el poema está bueno.
Me encanta esa foto...
Tengo la fantasía de iluminar las horas perdidas de gente, por ahí. Es sólo fantasía. Soy pobre mortal.
Iluminanos Curiyú!!! devolvemos favores con creces!!!
Maia, si, no es mi gusto absoluto, no, pero siempre veo cuándo fueron escritos y al darme cuenta de los años, del contexto, les doy mucho mas crédito. De todas maneras logré activar tu corazón con lo de Laura C., no?
Marga, ando incursionando en la fotografía, viste? =)
A veces leo cosas que no me llegan del todo pero siempre activan mi corazón. Y tenés mucha razón en que el contexto en el que fue escrito es fundamental.
Un abrazo enorme,
Me quedo con la foto y con el título...Por otro lado la rima hace que zozobre en el texto
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