Fotografía de August Sander, "Girl in fairground caravan", 1932 |
NO QUIERO
No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile el aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.
No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.
No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.
No quiero
que el labriego trabaje sin agua
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.
No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.
No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.
No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.
No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.
No quiero amar en secreto,
llorar en secreto
cantar en secreto.
No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO...
No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile el aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.
No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.
No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.
No quiero
que el labriego trabaje sin agua
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.
No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.
No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.
No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.
No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.
No quiero amar en secreto,
llorar en secreto
cantar en secreto.
No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO...
15 comentarios:
Ay, Emma querida, me ha llegado hondo este poema. Sobre todo lo de no quiero que mi hijo desfile. Ayer por la noche me fui a dormir al cuarto de mi peque en mitad de la noche. Me vino de pronto un pavor profundo de algún sueño y tuve una necesidad irreparable de sentirlo cerca, de que no crezca. Y al mismo tiempo soy consciente de que si todas las madres israelíes pensáramos lo mismo hoy no contábamos la historia. Y también me hicieste acordar a un poema que escribí hace tiempo atrás que decía algo así como que yo digo con mi boca lo que quiero porque esta boca es mía. En fin, que hoy sí tenía algo para comentarte. Yo tampoco quiero. Y otra cosa, te fijaste que con el tsunami de Japón los japoneses lloraron en público? ellos siempre lloran en secreto.
Te quiero tanto !!! Cuantas cosas encierran a veces unas pocas palabras...
No quiero que se acabe el poema.
Hay muchos no quiero que nos callamos, y ya va siendo hora de saber decir no. Estamos abotargados y no por educacion, es por conformismo y eso es lo anterior a estar muerto.
Me ha gustado mucho el poema.
Un abrazo fuerte.
Simplemente me encantó
Besos
Maia,aunque siempre digo que carezco de toda clase de instinto maternal, sí que puedo representar en mi cabeza la inmensidad de ese sentimiento. Para una madre debe ser desgarrador ver partir a un hijo para la guerra porque entiendo que uno de los sentimientos que predomina en la relación madre-hijo es el de protección. Y la madre no puede evitar actuar llevada por ese instinto de protección. Lo que hará que a veces se equivoque y a la vez vaya reparando los errores. El otro día alguien dijo que son los hombres los que mueren en las guerras,(dejando a un lado todas las matizaciones que se podrían hacer a esta afirmación....) pero por cada hombre ¿cuantas madres, novias, esposas, hijas se han quedado esperando con la incertidumbre desgarrando sus corazones? Por eso las voces al alzarse no tienen sexo y las revoluciones siempre se han llevado a cabo entre hombres y mujeres.
"No quiero" dos palabras muy difíciles pero que pueden cambiar la historia
Besos
...y que pasan años y años y nunca cambia nada...
NO QUIERO!
Para el hijo de Maia:
No crezca mi niño,
No crezca jamás,
Los grandes al mundo,
Le hacen mucho mal.
El hombre ambiciona,
Cada día más,
Y pierde el camino,
Por querer volar.
Vuele bajo,
Porque abajo,
Está la verdad.
Esto es algo,
Que los hombres,
No aprenden jamás.
Por correr el hombre
No puede pensar,
Que ni él mismo sabe
Para donde va.
Siga siendo niño,
Y en paz dormirá,
Sin guerras,
Ni máquinas de calcular.
(Prosa)
Diógenes cada vez que pasaba por el mercado
Se reía porque decía que le causaba mucha gracia
Y a la vez le hacía muy feliz
Ver cuántas cosas había en el mercado
Que él no necesitaba.
Es decir que rico no es el que más tiene,
Sino el que menos necesita.
Es decir, el conquistador por cuidar su conquista,
Se convierte en esclavo de lo que conquistó,
Es decir, que jodiendo,
Se jodió.
más
Dios quiera que el hombre,
Pudiera volver,
A ser niño un día
Para comprender.
Que está equivocado,
Si piensa encontrar,
Con una chequera,
La felicidad.
Ah, pequeño detalle.
Es la letra de la canción Vuele bajo, de Facundo Cabral.
No conocía a esta mujer, muchas gracias por compartir el poema Emma!
Me ha gustado mucho.
Todos queremos lo mismo desde hace tanto tiempo y la situación sigue sin cambiar...
Un beso.
Malena, precioso detalle.
Sabes?, el mundo no está tan mal, aún existen los detalles
Un beso
Tenemos que "no querer" con la misma fuerza con la que queremos.
Muy bueno, Emma.
Besos.
Malena, no quiero ser el centro de esta entrada así que lo haré breve: MIL GRACIAS (en nombre de mi niño y mío).
Qué palabras tan difíciles de combinar y de expresar: No quiero.
Tantas veces quiero decir: No quiero, y simplemente no puedo...
para no herir al otro, para no herirme yo, para no ser feliz...
Creo que si pudiera decir No quiero todas las veces que necesito decirlo, sería más feliz.
Simplemente eso.
Gracias por acercarme esta poesía y esta autora.
Muaaaaaaaaaaaaaaa.
Hayyy por favorrrr que alucinante....
Ángela Figuera Aymerich es una de las voces más singulares del siglo XX, y una de las más olvidadas también.
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