"Aquella noche de viento fue especial para mí. No podría asegurar mi edad por aquel entonces pero, por lo que sucedió, y dado que yo vivía en una aldea, debía de rondar los quince años.(...) Antes de que pudiera darme cuenta, mis vecinas me sujetaban los brazos. Contemplé como la hermana de mi madre y su hija mayor me abrían las piernas y apretaban mis tobillos (...). Kat recorrió mi ingle con manos expertas. Con horror percibí que me abría los labios de la vulva. Un súbito calor me subió desde el pecho hasta la frente (...). Primero se trató de un tacto frío y desagradable, el de la hoja del cuchillo apoyada en el botón. Luego fue un ardor. La sensación de que me desgarraban, de que me quemaban y de que aquel fuego se extendía por mi vientre. Ansiosamente intenté respirar, pero no pude. El gélido filo siguió sembrando su ardor mientras descendía hasta mi muslo derecho. Grité. (...) La habitación comenzó a dar vueltas y mis ojos se cerraron, pero sólo para volver a abrirse sobresaltados al notar que el cuchillo recorría ahora el mismo camino en el otro lado de mi ingle.(...) Durante el tiempo que duró la cicatrización, mi madre y las otras mujeres me insistieron en que todo había sido realizado por mi bien y que en el futuro mi afortunado esposo tendría garantizada mi castidad de manera perpetua. "
Extraído del libro La esclava de Cleopatra, de César Vidal.
Hamid Rushwan, profesor de obstetricia y ginecología de la Universidad de Jartum en Sudan, indica en un informe de Médicus Mundi que hay cuatro formas básicas de intervenciones: "La primera se asemeja a la circuncisión masculina y es la forma menos radical de la circuncisión femenina. Consiste en la ablación circular del prepucio clitoridiano o del clítoris en su totalidad. Cabe también que se extirpe parte de los tejidos adyacentes o incluso todos los labios menores. La tercera forma se denomina infibulación o "circuncisión faraónica" y lleva consigo la extirpación no sólo del clítoris y de los tejidos adyacentes (labios menores), sino también de los labios mayores. A continuación se cosen las heridas en carne viva, dejando tan sólo un orificio diminuto para la orina y la menstruación. La cuarta forma, que se practica muy pocas veces, consiste en la ampliación de la apertura vaginal mediante un corte en el perineo". Circuncisión, ablación, infibulación, mutilación genital femenina, clitoridectomía... muchos nombres difíciles para un sólo acto que elimine el placer a la mujer. Muchos lo hacen valer diciendo que en realidad equivale a una circuncisión masculina. Mentira. Expertos en medicina afirman que la ablación femenina se correspondería con la extirpación del pene, de sus cuerpos cavernosos y de parte de la piel del escroto.
5 comentarios:
El mundo no cambió?
Nunca una mujer sería capaz de hacer algo así a un hombre.
no Pulgarcito, el mundo no cambió, muy, pero muy lentamente la humanidad hace pasos...
Pero no es cierto puesto que la lucha de esta mujer sí ha hecho cambios. No temas ir despacio....
El texto que agregaste le da una fuerza incomparable. Sigamos andando, hay mucho por hacer desde el pequeño lugar en el que nos encontramos. Todavía me queda pendiente conmigo misma ser activista desde aquí donde me encuentro. En esas estoy, debería hablar menos y hacer más. Pero esa cuenta conmigo misma la saldo más tarde o más temprano, por mis hijos que lo hago...
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