Fotografía de Jennifer Timmer Trail |
VIERNES 3 A.M
No íbamos a amarnos
ya lo sabíamos
Entonces caminábamos hacia el cuarto
a oscuras
como si estuviéramos soñando con
una amalgama de sombras
que respiraba con dificultad
por tener encima
todo el peso de la noche
Y cuando abríamos los ojos
o los cerrábamos de nuevo
no lo sé con certeza
estábamos uno al lado del otro
sabiendo que el amor sirve
para llenar vacíos
igual que leer o escribir
lo único que hacíamos con insistencia
cansados de no aprender a vivir
Afuera
el silbido de una fábrica
anunciaba el turno de la madrugada
La puerta que seguía abierta
temblaba de frío
gemía quedo
mientras escuchábamos
en nuestras cabezas
al narrador que contaba
la historia de dos seres que
cuando al fin abrían los ojos
o los cerraban
no lo sé con certeza
hablaban sin verse
como si estuvieran solos
mirando fijamente el techo
o la ventana abierta
mientras cada uno se marcaba espirales
sobre el vientre aún sensible
para seguir pronunciando
“imposibilidad” y “muerte”
sin angustia
para vestirse sin tristeza
dándose la espalda
Atrás de los árboles
que están del otro lado de la avenida
el reflector de un edificio gritaba
que el cuarto estaba lleno de ramas
arbustos negros
que dibujaban las ondas del viento
sobre las paredes que se creían limpias
sobre sus brazos desnudos
sobre sus caras
solo para convencerlos
de que seres de los bosques
como ellos
no existen
de que en un cuarto lleno de árboles
el frío nunca se acaba
Ilustración de Laurie Hanky |
DILEMA
Puedo levantar ese teléfono
dar detalles para que todo se acabe por completo
Pedir silencio
Empezar diciendo que ganaron
que me equivoqué
que estoy bien
Reírme
Decir que por eso llamo
para oírlos reírse también
mientras le clavo las uñas al barniz de la mesa
y giro la conversación hacia cosas que parezcan igual de triviales:
como que renuncié a pagar la televisión por cable
o que me robaron el paraguas en el autobús
Pero pensándolo mejor
podría mantenerme firme durante unos meses
y hacer de esta historia un fracaso respetable
Decir su nombre sin inmutarme
simular el desgaste
irlos embarcando poco a poco en el olvido que me invento
en medio de este naufragio que me dejó su paso
fugaz
intempestivo
Eso no sería difícil
yo misma he llegado a creer
firmemente
en mis mentiras
para salvarme
Fotografía de Jacek Szabla |
THE BALLAD OF BONNIE PARKER
No
esta que ves no es ni la sombra de mi lado salvaje
yo bien pude haber sido Bonnie Parker
con estas ganas que me dan de asomarme a las ventanas
de marcharme todo el tiempo
de ver el pasado destruirse
como las ciudades nocturnas
cuando tiembla el retrovisor
Yo también soñé con una vida peligrosa
con acumular historias
de las veces que he escapado de la muerte
con mostrar las cicatrices que dejó
el impacto de los días
La veo y me veo
con mi metro y medio de estatura
escribiendo malos poemas
extrañando a mi madre
cuando salgo de caminos peligrosos
apuntándole al futuro en la cabeza
sin dejar de sonreír
Yo pude haber sido Bonnie Parker
de no ser por que me aferro
a la espalda de quienes
nunca
me acompañarán por los caminos
Afuera sigue la vida
y no la alcanzo
Y estas que ves aquí
no son cicatrices aún
Dame tiempo
y te hablaré de sobrevivir
sin que se me quiebren las palabras
La Rueda Colección (5), Guatemala, 2012
Selección y prólogo de Javier Payeras
ES FÁCIL CAPTAR MI ATENCIÓN
Contame una buena historia
y si hacés que vea
lo que estoy escuchando
lográs entrar
Lo han conseguido taxistas
empleadas domésticas
pasajeros anónimos en el bus
plomeros / vagabundos
vecinos de mesa en cafeterías
y los amigos más cercanos
Fue así como lo conocí
la mejor historia que me contó
se la inventó en la sobremesa del café
y nos involucraba a los dos
Debí haberme marchado días después
en el momento en que supe
que sería fácil distraerme
pero cuando soy personaje
no me gusta perderme el final
Hay historias mejores
creeme
pero pocas tan breves y peligrosas
como esa
Esta que te cuento
es una cicatriz
La Rueda Colección (5), Guatemala, 2012
Selección y prólogo de Javier Payeras
Vania Vargas
(Quetzaltenango, Guatemala, 1978)
POETA/NARRADORA/EDITORA/PERIODISTA CULTURAL
para leer + en VALLEJo&Co
su blog EL PARACAÍDAS
en TWITTER
2 comentarios:
"...Y si hacés que vea
lo que estoy escuchando..."
La nítida clave o propósito. Y la poesía de Vania Vargas lo logra. Chapeau!
Poesía que penetra. ¡Felicitaciones!
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