Acepté que su amante me gritara
y me dejé explotar
a cambio de un lugar para dormir
en un continente
que no tiene nada que ver con el mío.
Las vicisitudes posteriores no importan.
Cuando acabe el día
tocaré por última vez a los perros callejeros
y diré en catalán
adeu (adiós),
la única palabra
que en Andorra la Vella aprendí a decir.
(fragmento)
María Paz Valdebenito
(Santiago, Chile, 1987)
de la Antología cabalgando lejanías,
en El pintor de la ciudad de Ata,
para leer más en: ANTOLOGÍA EN MOVIMIENTO
en El pintor de la ciudad de Ata,
para leer más en: ANTOLOGÍA EN MOVIMIENTO
3 comentarios:
¡ qué tema!! ¡ qué fragmento! me incita a investigar el resto. gracias!!
Adeus.
(Pero sin "s").
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