Ilustración para The New Yorker Magazine, artículo "Viviendo con una enfermedad autoinmune", 2013 Obra de Anna y Elena Balbusso |
COMO TODAS LAS MUJERES ENFERMAS
Te daré un motivo. La frontera. Dos. El páramo.
Para vivir como un pájaro en las lomas
te daré unas alas. Para salvar los trazos enterrados
te devolveré unos ojos.
Has cruzado la ciudad para meterte en la bruma
y el desierto se traga la culpa.
Respira. El viento, salpicando tus raíces, te dirá
de qué está hecho tu vientre.
Antes de ser una cruz clavada en el desierto
fuiste mujer.
Contaré los gritos que tus ojos lanzan al barro
dentro de la tierra
unas manos
y te preguntas para qué morir si tu vida no vale
si en la ciudad límite
tu muerte no vale
si estás al borde del abismo
y tus gritos no se oyen.
Eres una cruz
clavada. Una cruz pintada. Cientos. Eres un error.
Un camino que guarda el rastro de una enfermedad
creciente.
Caen silencios sobre las bocas
dicen que estás muerta.
(extraído de TENÍAN VEINTE AÑOS Y ESTABAN LOCOS)
Carmen G. de la Cueva
(Alcalá del Río, Sevilla, España, 1986)
su web LA TRIBU
su viejo blog LOS TEMORES DE LA SEÑORA V
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