Fotografía de Federico Erra |
"La gran muralla" contaba
la historia de un hombre que heredó
un pedregal y pasó su vida
alzando una pared. Murió sin pensar
por qué lo hacía
y es curioso que no haya imaginado
otra cosa mejor con tantas piedras.
Mientras ella leía el libro
le di el señalador y en lugar
de ponerlo entre sus hojas,
lo guardó en el bolsillo del blazer
donde escondía su machete. Porque un regalo,
pienso ahora, es para hacer con él
lo que se pueda. No contestó
cuando le dije es tuyo en voz bajita.
Al otro día me entregó una carta
escrita con letra caligráfica, impecable
que imité en secreto.
¿Qué hacer con la amistad, lo recibido
o qué con sus palabras?
Que otros llamen a esa edad
la edad del pavo,
nosotras no supimos
más que soplarnos cosas al oído
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