Noelia Palma fotografiada por Jesús Borda |
SIN TÍTULO
Pasé un momento en el baño llorando
quién es esa, tan hermosa y exasperada.
Los ojos enormes como pájaros de mal agüero,
las guerras de aguantarlo todo, toda la noche
el humo de cada cigarrillo, que se burló de la piel, envejeciéndola.
Todo cayéndose de las pestañas.
Detrás está esa habitación deshecha
a la que iré por inercia, y a la cama
en posición fetal pero sin llamar a mamá
porque ya soy grande.
Y una mujer que creció no debe llamar a mamá
nunca.
No estoy avergonzada de mirarme
no me tengo lástima
soy mi propia enfermera tragando una pastilla
y me cuido así
y a veces el viento entra por la ventana,
el viento no se equivoca el destino,
pero sigo mirando mi cara redonda
las líneas negras de la sombra armando las ojeras
las manos sosteniendo una especie de fotografía
y escupo el lavabo sólo porque me gusta
verme cayendo de mi propia boca
como si fuera una cascada en un paisaje
donde antes los turistas
reverberaban fascinaciones
y ahora, que terminó la temporada,
sólo quedaron las toallas colgando
y quiero limpiarme
tirar la cadena justo en ese instante,
en que el alarido se confunde con el agua batiéndose,
ese estruendo donde nada se despierta.
Esta ceremonia conmigo haciendo el conjuro de la cara
la observación terrible y hermosa
el último intento de estar quieta, de ser dócil
para que no se raje
esta manera de sobrevivir
al fulgor de la que habito.
(febrero 2014)
Noelia Palma
(Morón, Buenos Aires, Argentina, 1984)
su blog: PARA EVALUAR LA AUSENCIA
para leer sus poemas y traducciones: ACÁ
5 comentarios:
La poesía como guarida.
La poesía como.
La poesía.
La.
Preciosos latigazos...
Tremendamente hermoso.
Un beso
Hermoso poema, Noelia!
Entonces no te conocia,allá en el 2014.
Gracias por traérmelo.
Besos
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