23 de marzo de 2014

María Sánchez, 2 poemas 2

Fotografía de Parker Fitzgerald

OBJETO DE ESTUDIO

¿Soy yo esta mujer que anda conmigo?
Hilda Hilst

padre dice
veinticuatro años de carne o pared
nudillos blancos de frotar
madre restos de vino o de sangre
pero estos son mis puntos de infección
y me balanceo

entre
arrastrarme o caer

entre
el amor y el hambre



Fotografía de Laura Makabresku

MECÁNICA DE FLUIDOS

Los padres nunca cuentan todo
 lo que se puede extraer de cuatro tubos de sangre.
- y tú imaginando un color rojo magenta -
con toda tú resumida en una pegatina,
un número quizás un poco ensangrentado
-te pusiste nerviosa no apretaste
 demasiado, el puño-.
 Una minúscula parte de ti
se desliza viscosa, 
qué más da si al pasar el roce
por la piel las células se derraman.
Y mientras el émbolo sube,
recuerdas la búsqueda curiosa 
por los bordes de la herida
en las rodillas de la infancia
- dale tiempo al cuerpo para que vuelva-
la extensión nueva de la carne.
Cuatro tubos y sabemos los fluidos
que desbordaron al río en tu cuerpo,
todas las células desperdigadas 
de aquellos que quisiste borrar
-a propósito-
golpean ahora a las tuyas
contra el vidrio marcadas 
porque el cuerpo 
recuerda siempre que dos diferentes
                                hacen nacer la enfermedad.
-Estas cosas deberían darse en el colegio-
mientras te reprochas a ti misma 
la voz que tantas veces dijo
que nunca pasa nada,
entregas fácil tu carne de presa
al miedo que va tejiendo 
uno a uno los síntomas fantasmas 
con un estigma morado.
Es ahora, niña,
 cuando te toca
 abrir la mano.




María Sánchez - María Mercromina- 
(Córdoba, España, 1989)
POETA/ESCRITORA/VETERINARIA/TRADUCTORA
para leer + en MENINAS VAMOS AO VIRA
para leer una nota en EL ESPAÑOL
para leer sus traducciones en EMMA GUNST
su blog UN PEZ EN MI BOCA

5 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Emma:
Qué buenos poemas. La infancia siempre es un territorio alabado o temido. Mucho de lo vivido en la infancia lo intentamos negar una y otra vez y vuelve por la espalda para que lo miremos y por fin venzamos al monstruo.

Fabulosa poeta
Un abrazo
Ana

EG dijo...

Me satisface plenamente que te haya gustado Ana porque sos una gran lectora de poesía, muchísimas gracias por pasar hoy! :) abrazo

Patricia Úbeda. dijo...

Son maravillosas desgarraduras que me hacen temblar y no quiero dejar de temblar. Adoro la poesía de María Mercromina. ^^. La adoro.

Leo Mercado dijo...

Arrastrarse, caer, amar, tener hambre. Acaso cuatro posibilidades de una misma cosa.
Bien por la coyuntura. Yo sucumbiría ante cualquiera.
Besos.

Amanecer Nocturno dijo...

♥♥♥ Estoy con Patricia, adorando.

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