Fotografía de Stanley Kubrick |
Lo contrario del mar
es un reloj de arena.
Un espacio triste y artificial,
claustrofóbico
y siempre inquietante.
Lo contrario de una caricia
es la voz metálica
de tu contestador telefónico.
Pido un poco de calor
y me ofreces una manta
de dibujos disney
con banderas apestosas.
Me levanto con el corazón arrugado
y perezoso.
Tú me miras y preparas en silencio
un café repleto de cicatrices.
La taza de porcelana azul se rompe. Yo también.
Lo contrario de Venecia
es esta ciudad rodeada de agua
pero siempre sedienta.
Una ciudad adicta a las baldosas
y a los turistas
con horario fijo.
Marta Navarro García
(Zaragoza, España, 1965)
POETA/NARRADORA/ARTICULISTA
de La victoria del Heno, Fundación “Victoria Kent de Cádiz”
Premio de Poesía “Victoria Kent”, Málaga, 2007
para leer MÁS
su blog ENTRE NÓMADAS
de La victoria del Heno, Fundación “Victoria Kent de Cádiz”
Premio de Poesía “Victoria Kent”, Málaga, 2007
para leer MÁS
su blog ENTRE NÓMADAS
5 comentarios:
Alucinante este intimismo que te cala hasta los huesos...
Cuando nos quebramos por dentro, todo simula perecer...
Saludos!
Puedes visitar los relatos que han decidido escapar por aquí:
http://circosinfenomenos.blogspot.com/
Un contestador telefónico es lo propio de un miserable. Lo leí una vez, y es porque el tipo no quiere perderse nada.
La caricia es lo contrario. casi que no s epuede acariciar por compasión...
Creo que me hice bolas...
Lo contrario a lo que uno espera es, a veces, lo que uno tiene.
estos versos, dicen un universo de tristeza:
Tú me miras y preparas en silencio
un café repleto de cicatrices.
La taza de porcelana azul se rompe. Yo también.
besos
Lil.
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