23 de enero de 2013

Mariel Manrique, Cosita

Fotografía de Sabai
COSITA

Ahora soy la máscara ritual
que agradece la industria cosmética.
Tus hormonas morbosas se encabritan
un rato. Soy tu muñeca, tu sedosa cosita.
Qué rápido se olvida
la provisoriedad de las metamorfosis.
Del carnaval de Venecia queda el papel picado.
Sombras apresuradas
absorbidas por los ángulos de niebla.
Es como si no hubiera existido la fiesta,
sino las sobras y los platos sucios
después de despedir al último invitado.
A la hora en la que retroceden los vampiros,
ya no seré tu Marylin.
Porque en estado salvaje
me habrás corrido el rimmel,
despintado los labios,
lavado de accesorios y carnadas.
Con el pelo revuelto,
sin push-up, sin encajes,
sin sala cinematográfica a la vista,
te asomarás al abismo del aro.
Un inmisericorde rayo de sol
se posará en mis pómulos.
Advertirás mis medidas incorrectas,
mi cicatriz, mis tobillos dispares,
el mapa irreversible de mis pecas.
Se habrá fugado la pin-up.
Y tus pies tendrán que decidir.




Mariel Manrique 
(Buenos Aires, Argentina, 1968)
extraído de su blog PUTAS DE BABILONIA
para leer MÁS

6 comentarios:

vera eikon dijo...

El gesto de belleza es precisamente aquel que la devuelve a si misma, al animal que todos somos. El hombre decidirá si quiere enfrentarla de ese modo, pero a veces me temo que somos las mujeres las que le damos más importancia a toda esa parafernalia...Qué bueno que postees a Mariel. Ella es tan igual y desigual a si misma que es como un viento fresco y a la vez una brisa íntima y madriguera...Besos a las dos!!

EG dijo...

Mariel es tan prolífica, y nunca le dediqué mucho tiempo al blog Putas de Babilonia, está lleno de tesoros.
También pienso, como vos, que a las mujees nos gusta aparentar. Las máscaras son una defensa. Pero cuando se caen, se sacan, ...qué pasa? Nos sostenemos sin ellas? Y los miedos?

un abrazo Vera

vera eikon dijo...

Supongo que depende un tanto de la capacidad de la mujer para enfrentarse con ella misma. La edad, por ejemplo, es una dura prueba. Cuando somos jóvenes nos comparamos con ciertos modelos de perfección, pero más adelante sólo queremos regresar a aquel cuerpo que fuimos. De este modo nos reconciliamos con el pasado a través de un desorden con el presente. Y ahí, se abre una brecha....Abrazo

çç dijo...

los pies al cabo descubren el espacio desplazado por las palabras, son como un no-lenguaje dentro del lenguaje, esa cosmética consciente de la experiencia. Perder la conciencia, el control de la cosmética tiene un poco de deshacer el tejido falso que durante el día…

cuando cae, queda habitar el retorno a uno/a mismo/a

abrazos a las tres

ROSA ALIAGA dijo...

Mariel, que mujer...sin necesidad de aditivos

batalla de papel dijo...

Un poema muy potente.
El tema de la máscara está muy presente en lo femenino.
Nos ponemos máscaras para cubrir nuestras imperfecciones, quizás porque sabemos que los hombres nos prefieren con artificios, focos luminosos para disipar el vacío.
Grande Mariel.
Besos querida amiga

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