Fotografía de Ellen von Unwerth (Alemania, 1954) |
TÉ DE MANZANILLA
Mi amigo,
el chino,
escribió una vez sobre cómo se sientan
y caminan
las mujeres después de hacer el amor.
No llegamos a discutir el punto
porque murió como un gafo,
víctima de un ataque cardíaco curado con té de manzanilla.
De haberlo hecho,
le habría dicho que lo único bueno de hacer el amor
son los hombres que eyaculan
sin rencores
sin temores.
Y que después de hacerlo,
nadie tiene ganas
de sentarse
o de caminar.
Le puse su nombre a una vieja palmera africana
sembrada junto a la piscina de mi apartamento.
Cada vez que me tomo un trago,
y lo saludo,
echa una terrible sacudida de hojas,
señal de que está enfurecido.
Me dijo una vez:
La vida de uno es una inmensa alegría
o una inmensa arrechera.
Soy fiel a los sueños de mi infancia.
Creo en lo que hago,
en lo que hacen mis amigos,
y en lo que hace toda la gente que se parece a uno.
A veces nos quedamos solos
hasta muy tarde,
hablando de los gusanos que lo acosan
y del terrible calor que le entra todos los días
en esa arena y resequedad.
No ha cambiado de parecer:
un hambriento,
un desposeído,
puede sentarse y hacer amistad con Mallarmé.
Lautréamont nos acompañó una noche
y le dio la razón al chino:
la poesía debe ser hecha por todos.
Y llegaron los otros:
Rubén Darío mandando en Nicaragua,
Omar Khayyam con sus festejos,
Paul Eluard uniendo parejas de amantes.
Entre todos,
sumergimos al chino en la piscina, bajo la luna llena,
y se puso contento
como cuando tenía un río,
unos pájaros,
un volantín.
Ahora está arrecho otra vez,
porque le llevan flores
mientras trata de espantar a las cucarachas.
Quería que lo enterraran en Helsinki,
bajo nieves eternas.
Le dio la vuelta al mundo,
pasando por Londres donde una mujer lo esperaba,
y a su regreso,
tomó un té de manzanilla.
El,
que amaba tanto las sombras,
ya no pudo trasnocharse.
Lúcido y muy hipócrita,
tenía un miedo terrible a morirse en una cama.
Sé,
porque me lo escribió en un papelito,
que la frase que más le gustaba era de David Cooper:
la cama es el laboratorio del sueño y del amor.
Fotografía de Oleg Morenko |
OFICIO PURO
Cómo camina una mujer que recién ha hecho el amor
En qué piensa una mujer que recién ha hecho el amor
Cómo ve el rostro de los demás y los demás cómo ven el rostro de ella
De qué color es la piel de una mujer que recién ha hecho el amor
De qué modo se sienta una mujer que recién ha hecho el amor
Saludará a sus amistades
Pensará que en otros países está nevando
Encenderá y consumirá un cigarrillo
Desnuda en el baño dará vuelta a la llave
del agua fría o del agua caliente
Dará vuelta a las dos a la vez
Cómo se arrodilla una mujer que recién ha hecho el amor
Soñará que la felicidad es un viaje por barco
Regresará a la niñez o más allá de la niñez
Cruzará ríos montañas llanuras noches domésticas
Dormirá con el sol sobre los ojos
Amanecerá triste alegre vertiginosa
Bello cuerpo de mujer
que no fue dócil ni amable ni sabio
(Valera, 1935 - Caracas, Venezuela, 1984)
en El libro del amor / Poesía amorosa universal, Alfadil Ediciones, 1997
Selección, prólogo y notas Rafael Arráiz Lucca
16 comentarios:
Me gusto mucho el primero.
Saludos desde Mundo Aquilante!
Emma, bueno, los dos poemas son de morirse así, bien como corresponde. Me encanta que pongas el poema de Victor, yo lo conocí por Susan y desde ése día me enamoré, igual que de Miyó, igual que de todo lo tan perfectamente destrozado que escriben.
espero que estés bien!
Se agradece que me enseñes poemas y los ilustres. Intento aprender y encontrar voz y voces. Los de hoy me gustan. ¿Por qué me gustan?¿Por qué te gustan?
Vale
L
Es un tema que he pensado L, o creés que no? Quién no se preguntó: se darán cuenta que he hecho el amor? :)
niña: fijate que en el primer poema te comiste una 'd' en 'después de hacerlo'.
estos poemas me hicieron recordar lo que pensé después de mi primera vez. es gracioso: creía que todo el mundo se daría cuenta. jajaj! éramos tan jóvenes y tan bellas.
por supuesto, que este comentario no es para publicar. abrazo grande, silvia
Gracias Silvia! ya lo corregí.
Desde luego, de tantas cosas que traes, algunas son rarísimas.
A la fotógrafa la conocía, como decimos en España: "es una caña" (es positiva la expresión).
Besos.
Mundo! Querida Mundo! te gusta porque sos de las que "al pan pan y al vino vino", las cosas por su nombre. Un abrazo!
Noelia, Noelia, Noelia, Noelia, Noeliaaaaa! siempre me recordás a ...ahora no me sale el nombre!!! pero vos sabés...y pronto pronto...teneme fe. El merecido reconocimiento...!!!
Si Descla querido, la fotografía es "harta" conocida, como dicen los chilenos! Un abrazo, de los raros...
Lo único que no me gusta es la relación con el chino y el té de manzanilla.
Nunca me puse a pensar en esas menudencias ,creo que cuando menos se nota más se siente no?.
Es linda la intimidad que hoy en dìa -con tanta ventilación -se pierde.
A veces ,claro que ya no es mi generación pués la mìa pasó ,pienso en la MECANIZACION que tienen que afrontar mis hijas ,por ejemplo.
Hasta en lo sexual ,o lo más íntimo ,esa mecanizaciòn hasta parece ridícula e ingenua.
A veces uno dice ,pero que poca imaginaciòn la gente que tiene que venir el KAMASUTRA a enseñarles.
Me encanta la poesía erótica pero tiene que tener el poeta GRAN EMBERGADURA POETICA para poder volcar en palabras fogosas el hecho pasional en si.
Dos poemas geniales. Gracias. Bicos
gracias por este blog y por dar a conocer tantos poetas..
esto es una obra maestra, parece que se te meta dentro de las entrañas, y ya está
Si, siempre pensamos en eso. Todo el mundo lo sabe. Yo me recuerdo en el trabajo de pié, mirando por una ventana, aislada del mundo y solo sintiendo...volviendo una y otra vez a la noche anterior, grabándolo todo para no olvidar nada.
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